el amor no lo vence el tiempo

junto con la compañía de la brisa del mar
golpeando ante nuestra renuente piel
innumerables gaviotas se esparcen en el cielo
la luz de sol brilla a nuestro alrededor
sin dejar un solo espacio de oscuridad

las miles de voces de los caminantes desconocidos
se silencian después de que dos fragantes
se internan entre sus espacios
como si se abriera un telón
a la llegada de una sinfonía

la melodía silenciosa
de dos miradas que no pueden
alejarse una de la otra
de dos manos que se agarran fuertemente
una sonrisa que va un abrazo que viene
dos corazones palpitantes
un rezo a los no creyentes

incontables gaviotas volaron por aquel lugar
los mismos vientos iban y venían
los desconocidos no dejaban de caminar
los relojes no dejaban de correr
el minutero palurdo siguió girando
pero así el tiempo no se quede en el camino
dos miradas, dos sonrisas, dos manos
nunca dejaron de acariciarse
así los pasos sean menos frenéticos ante la longevidad
solo queda algo por hablar
uno de nosotros partirá pero el otro lo esperara
y una historia que el tiempo acabo
en otro lugar volvió a empezar

 

pero a veces el tiempo se encarga de eso, saludos

 

Es verdad esta vez el tiempo me ha roto el corazon