Exaltación del poeta

El poeta está ocupado en la contemplación de la belleza.

No se le puede hablar
....................................p o r q u e en el acto
se esfuma la quimera que en la dimensión etérea de su alma
[empolla el huevo de la eternidad.

Mira la luna
....................y se asoma por el hueco de su luz
al abismo donde la oscuridad y el silencio
...................................................................[adquieren cuerpo y dimensiones mensurables.

Cae en un espacio sin distancias,
en un tiempo impermanente,
donde es centro de nadie y de todo,
de todos y de nada.

Viene a su encuentro la soledad
con el rostro amable de la muerte y le sonríe.

Deja en su mano un roto reloj de arena por donde pasa,
helado,
............el viento que congela su alma.

¿Dónde está la salida?
......................................Se pregunta en secreto.

Una burlona carcajada le responde:

No hay salida.
.......................¡Estás muerto!

 

Soy el primero en comentar, es un poco complejo al leer, lo sentí como una sátira a la hermana muerte, o un grito de dolor inmesurable suerte

 

buen cierre! me gustó..
ese frio que nos recorre a veces, ese transitar que pareciera que estuvieramos muertos.

 

el poeta a veces lleva sus argumentos por el aire, saludos y bienvenido

 

El punto de partida es, amable Trueno, la paradoja en la que, para el poeta consagrado (por decirlo de alguna manera), la universalidad y eternidad de su obra es su propia tumba, el lugar en el que permanece por siempre y para siempre inalterable, petrificado... Vivo, sí, pero muerto...

Gracias por la atención y el comentario...

 

Muertos sin sepultura es el título de una obra dramática de Sartre... Aunque el tema nada tiene que ver con el del texto que comentas, amable Sheyla, de alguna manera tal título me remite al hecho en el que los "grandes autores" de la literatura universal, sobre el puente de los siglos de su fallecimiento, no han sido enterrados por el polvo del olvido o de la ignorancia...

La inexistencia no significa, entonces, para ellos, muerte... En tanto que la muerte, para ellos, no es más que la inalterable presencia de su obra...

Es, para mí, un gusto que te haya gustado... Gracias...

 

No ha sido descortesía, estimada MARIAN GONZALEZ, sino distracción, lo que me ha llevado a obviar la correspondencia a tu atenta y amable bienvenida... mas a sabiendas de que hay un largo andar en comun por los mundos de poesía en el aire de nuestras virtuales existencias, sé que sabrás a su vez, disculpar a este peregrino de las sombras...

Un fuerte abrazo, estimada amiga...