Ojalá pudieras leerme.

Mi hermano querido Alberto.


No sé si esta carta llegará algún día a tí. No sé si las condiciones de esta virtualidad, me permitan decirte tantas cosas que no puedo decirte personalmente, porque como bien sabes, no ha sido posible el contacto. Son ya muchos meses desde que te vi cuando se hizo el intercambio y por fin mis ojos te vieron en esa camilla, mientras me llevaban a la fuerza por los que te tenían. Sé que me miraste, y sé que debes estar preocupado. En donde estés, sé que lo estás.

De mí te diré, que pese a que las plantas metálicas que amarran mi cuello, mis manos y mis pies al concreto, puedo respirar tranquila sabiendo que al menos tú, has recuperado tu vida. Ahora sé lo que pasaste durante esos días. Yo en cambio, los he vivido por meses que han parecido una eternidad profunda. Sobre todo, porque aquí no existen la hermandad ni el amor. No existen esas cosas; no existe la amistad, ni la energía, excepto por las generadas por las balas cuando matan. No existe la dignidad, porque todos los días te quitan un pedazo de ella a sangre fría hasta matar cualquier signo de humanidad. Nos convierten en seres que no conocen ya el valor de sí mismos. Solo somos nada.

Junto a mí, hay algunas flores más. Cualquier día, esos "cerdos" se les ocurre violar a todas las del jardín y no les importa que tengamos días sin comer nada, frío, miedo. Que no tengamos ni para una toalla sanitaria y estemos en pleno periodo. Nada importa. Así se las comen, y al menor intento de resistirse supone un tiro en la cabeza, o morir llena de golpes, o bien asfixiadas.

Una que otra de mis compañeras, sencillamente se dejan hacer de todo cuando vienen los "buitres", pues han aprendido que es el mejor modo de obtener comida o medicinas. Entonces hay una gran confusión entre tener dignidad y buscar su propio bien. Pues aquí, es mejor comer y tener medicinas que andar pensando en dignidades que al final no quitan el hambre o curan enfermedades. Por ejemplo,
El paludismo y la leishmaniosis, el dengue hemorrágico y otras cosas más, son el pan de cada día. Las fiebres son muy altas y los vómitos son muy frecuentes y todas las viví entre ellas y con ellas. Así que te podrás imaginar las circunstancias.

Llueve con una frecuencia increíble ahora, y el sol, no parece salir nunca. La verdad querido Alberto, es que he deseado tanto morir, pero hasta eso se lo impiden a ciertas...porque saben que valen mucho dinero, aun cuando se vuelven locas. Tal vez yo también lo esté ya, y en mi delirio y fiebres altas, no sea capaz de visualizar la realidad. Alexandra me trajo medicinas que consiguió prostituyéndose por ahí, pero no la he vuelto a ver. No sé qué ha sido de ella por haberme traído medicinas a escondidas. Desconozco si la descubrieron. De todas formas, gracias a ella, estoy algo mejor.

Tú sin embargo, si puede leerme, vete lejos, muy lejos de aquí. No vuelvas más nunca y olvídate de mí como hasta ahora lo haces. No te tengo rencor porque eres mi hermano y te quiero mucho. De papá, bueno, sabes que lo amo, pero estoy resentida con él por haberme vendido. Algún día sabrás el resto de la historia, el cual espero él te cuente.

Por ahí supe que tú me piensas y que me estás buscando. Quisiera evitarte ese dolor hermano mío, Más yo no quiero que te expongas más por mí. Déjame, no sigas. No insistas en algo que está por terminar, pues bien es cierto que toda flor se marchita, así también las pocas energías de vida que hay, también desaparecerán a mi lado. Sin embargo, haz que mi recuerdo esté contigo todos los días en los poemas que te regalé, en las fotos, en los helados que compartimos, en las competencias de a caballo que hacíamos. En ellas, déjame vivir para ti.

Yo, hasta donde pueda, te seguiré escribiendo. Sé que no es mucho lo que me resta, eso es más que sabido, pero me alegra el hecho de que por fin, cuando todo acabe, alguien en la distancia derramará por mí una lágrima como bien merece todo muerto; y todo cariño que alguna vez di, no se perderá cuando cuelgue libre del cuello, pues tú bien sabes Alberto, que tu hermana querida siempre te amó y es ese amor el que deberás guardar todo el tiempo en tu alma por mí y en honor a mí.


Te quiero mucho.......................Claridad Divina.........tu "Divi".

 

[FONT=&quot]Estremecedor relato que te sumerge en ese submundo que crea y en el cual se aprecia el amor y a la vez la injusticia que siempre se ceba en sus víctimas.
[FONT=&quot]Me encantó tu obra. Un saludo con agradecimiento.

 

gracias don alonso por llegar a esta palabras desesperadas..................sí hay amor, desesperación, dolor...............un beso para usted................Claridad

 

gracias mi señor césar por venir aquí............recibí su mensaje.............un beso para usted mi señor...............Clari

 

La prosa muchas veces nos ayuda a externar lo que no se puede con la boca