a tu corazón errante

Regálame el viento de tu aliento
Musa de mi corazón humilde
Y yo por siempre guardaré tu beso
En el eco que a mi ternura embiste

Regálame la esperanza del moribundo
Para renacer en el paraíso de tu cama
Con el alma y el cuerpo desnudo
Con la brisa que tu luz encarna

Regálame la seda de tus yemas
Que perdidas alcancen mi rostro
Y déjame leerte mil poemas
Que mis prosas y versos se han roto

 

Ayyy Jair qué versos más dulces y enamorados, el amor irrumpe en ellos con vehemencia y pasión. Me ha encantado leerlos. Besazos con admiración.