Mi padre fue un gran campeón.

Me desnudo de plumas heridas,
cada polluelo que vive lo mismo.
No tiene margen de reacción.
Perder a la madre metidos en granjas
de cría industriales cebados como alimento,
transgénico sabiendo que ninguno llegará a gallo.
Ya casi no me acuerdo de mi padre.
Murió en una pelea, fue un gran campeón,
Le colocaban en las patas espolones de cuchillas
tan afiladas que con el nerviosismo de la pelea
muchos se cortaban al incitarle que atacase.
Ahora es la comidilla del corral.
Donde nos excitan con estrés posttraumático.
Sólo como, bebo y cago. Esto es un manicomio
La comidilla incertidumbre nos hace comer más.
Nos conocemos desde pequeños, pero cuando alguno engorda
demasiado se lo llevan. Y no vuelve jamás.
Nos mantienen despiertos excitados comiendo, bebiendo y cagando.
Siempre es así y yo me acuerdo de mi padre que fue un gran campeón.



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Es un poema interesante y triste.
La vida asi no es vida. Gracias por
compartirlo. Saludos y Bendiciones.

 

Hermoso, es un precioso trabajo.

 

Gracias lourdes por pasar por mis letras.un saludo.

 

Gracias Jorge por tu sinceridad. Un saludo.

 

no siempre apareces en mis letras, pero para mi es un honor, en cuanto al poema, imagino por que lo que ha pasado, sin duda son nuestras grandes héroes, saludos

 

Gracias Marián por tus palabras,
Siempre busco poemas tuyos en los mensajes recientes. Me gusta como escribes.. Un saludo.

 

Me ha parecido muy triste pero muy bellamente escrito, y supongo que real como la vida misma, el recurso del padre campeón es brillante y muy pòético. Maravilloso poema amigo Victor. Un saludo. Paco.