Vapor de memoria.

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Como el tiempo y todas sus metáforas, la memoria del frío se queda detenida en un recuerdo inventado donde los objetos son mundos que brillan con la luz diminuta y helada de sus nombres, dormidos en el vacío que dejan las palabras.
Madam Ainielle manifestó, desde muy pronto, un enorme talento para la desventura. La infelicidad le alcanzaba como una pedrada, día sí, día no, y la recibía con un suspiro resignado.
Va para quince días que tiene el alma presa en otro cuerpo y aún no se ha conformado. Más de medio siglo vistiendo la piel de una pesadilla para despertar en esta otra. Leve y lenta arrastra su equipaje y el nuestro, su disfraz de rutina y un atlas oxidado. Leve y lenta, queriendo imaginar el sueño que traspasa los párpados cerrados de un viajero.
Quizá lo más auténtico sea el pórtico severo de esta ventanilla, donde viaja apoyando la sed y la mirada. Quizá sea el tono mugriento y ahumado que anida el cristal, haciéndola centinela como una luciérnaga.
Quizá lo más auténtico, lo más inimitable de una genuina aristócrata, sea el bufón deforme que lleva dentro. Quizá la expresión frágil sea sólo in disfraz y en sus maletas quepan todas las historias.
El Duque, cuya pipa ocasionaba eclipses y con su sonrisa encendía los pitillos. Y ese pianista airoso vestido de blanco que con sus melodías mitigaba la pobreza.
Las piezas de marfil suenan sobre un tablero de ajedrez, en una partida aplazada por la melancolía. y en los vagones hay ojos, alas de mariposa que buscan un atril donde poder abrirse.
Y Ainielle, sí, Ella, con el desdoblamiento emocional y un rostro acostumbrado a la tiniebla piensa en vosotros o fabrica un conjuro contra las pesadillas. Solía también mezclar vuestros nombres en su agenda.
Aún recuerda a aquel extraño niño cuyo ofrecido cuerpo parecía un radar; aquel que vivía en su calle con los traumas de la infancia escritos en sus maneras.
Hay personas que hacen ruido en nuestro corazón y cuya ausencia intacta se convierte en un convenio que firmamos con los sueños. Hay personas que nunca sabrán por qué en su nombre todo suena aún peor.
Encañonada por los ojos en penumbra del sicópata piensa en que esa mirada es tan oscura porque oculta miserias y ella imagina que la suma de todo cuanto amó alguna vez se refleja en los gestos de sus manos.
Cierto hechizo lunático, mal llamado tentación, la saca de su órbita y la lleva hacia la luz como un trineo tirado por mariposas. Quisiera poner una conferencia con la mente de esta mujer para que no acabe nunca el encuentro, quisiera evadirme junto a ella llevando el camuflaje de lo extraordinario en los detalles. Todo parece el preludio de un encuentro decisorio, la luz pesa de tal modo que arde en la cuenca de sus ojos, su imaginación y su pensamiento parecen ese humo azul que sale de entre los raíles. Algo invisible está pasando mientras el bostezo de la luna peina el bosque y despeina el semblante aureolado de quien lleva el destino escrito en un billete de tren.
Duele lo que resiste en tu memoria: ese lento flash-back en la espiral del tiempo. Duele lo que refleja tu mirada. La memoria no es más que una pequeña prueba de paciencia. Porque se acerca el pasado por la espalda, porque te asusta vivir y sabes que no habrá más calles de salida que la puerta de atrás que es recordar; camina hacia la luz por las grietas del tiempo, o de la voz, o de la vida…

 

Pero bueno....., ¡¡¡¡¡si has hecho un corto histórico!!!!!!!!
He tenido que ir a la wikipedia para comprobar que los personajes habían existido. ¡¡¡¡¡¡Será posible!!!!
Estoy anonadada.

La pelota ha sido algo menos luminosa eh? me ha encantado el detalle aunque lo hayas suavizado...
Y como siempre, la prosa hace un recorrido fascinante por la vida. Leeré el texto con detenimiento y volveré a comentar porque es digno de hacerle un análisis profundo.

Confirmado Engel, eres un genio de los audiovisuales y de la prosa.

Mi más sinceras felicitaciones.

Un abrazo enorme, con historia y sin vapor en la memoria.

Palmira

 

Mil gracias querida amiga por llevarte el cerito de esta historia. Tu presencia y comentario estimula y reconforta.
Me alegrará tu vuelta... entre tanto te dejo un abrazo gigante.

 

Es un gran relato el que nos ofreces, una narración rica en trama e imágenes, sin escatimar metáforas trasladas al lector a adentrarse en la historia.

Muy bueno, amigo.

Felicitaciones.

Un abrazo.

 

Saludos, Danie. Es un placer hallarte entre mis letras. Gracias por el gentil comentario.
Un abrazo.

 

Te dejo mi vuelta.

“El vacío que dejan las palabras” es destacable esta frase por la oposición que contiene, a las palabras se les supone un significado, una plenitud, pero es cierto que pueden causar, precisamente por su magnificencia, un gran vacío. No me había parado a pensar en ello.

“Talento para la desventura” (otra joya), es sin duda algo inesperado, una aventurera con talento para la desventura deja un sin fin de imágenes cautivadoras, provocativas, para una imaginación desbordada, con la que cuento…

“Tiene un alma presa en otro cuerpo y aún no se ha conformado”, una cadencia inevitable en este peculiar personaje que presentas, “la renuncia” no forma parte de su vocabulario aunque la vida se empeñara en vestirla de pesadilla.

“Los párpados cerrados de un viajero”, aquí me invita de nuevo a la aventura, a ese recuerdo de paisajes que se graban en la memoria y que aunque nunca traspasen nuestra propia frontera, dejan su identidad ya y para siempre.

“apoyar la sed y la mirada” tras un cristal polvoriento, una ensoñación para el lector.

Mención especial a la palabra rutina, imposible en un aventurero, pero certera cuando la piel no muda. Y para el bufón deforme que de algún modo, habita en todos y cada uno de nosotros, quién no se ha sentido alguna vez, ajeno a lo que él mismo es, una broma pesada que pinta la vida en nuestro empeño por dibujarla especial.

Presentación de esos seres que nos interrumpen, nos irritan, pero que de algún modo son maestros para nuestra conciencia, si tenemos la facultad de observar, nos abren a ese lado negativo que también forma parte de nosotros, y que nos sirve de equilibrio y referencia. Nada queda para ser desestimado, todo implica aprendizaje.

“Destino impreso en un billete de tren”, exquisita alegoría de un rumbo inapelable.

El peso de la memoria, aplasta el final si se contempla con la voz quebrada.

Deja que provoque una sonrisa a ese peso que gravita. El presente aclara la vista y refuerza los colores del alba.

Con cariño,

Palmira

 

Gracias por pasarte de nuevo, por tus palabras, por entender y por tu tiempo de lectura, que te agradezco mucho. Tu presencia didáctica, con bondad e inteligencia, constituye un valioso aporte para esta prosa.

Abrazo grande, Palmira.

 

“apoyar la sed y la mirada” tras un cristal polvoriento, una ensoñación para el lector.
Cierto, Palmira.
Placer saludarte y subir esta prosa.