Mi yaya Cándida

Volveré a besar tus calles
en pantalón corto y bicicleta,
tu voz me perseguirá
hasta la vía del tren.
Haremos perfume de naranja,
gaseosa de sobre,
pasteles de lluvia en el corral.
Me meteré en el bolsillo
de tu viejo delantal
para verte guisar las nubes
en aquel fogón de leña
de aquella vieja parcela
de la que nunca me fui,
abuela.

 

Bello y pintorezco Poema Paco, logras imágenes acogedoras con dulces y lindas metáforas. Excelente ! amigo. Un cordial saludo y abrazo.

 

Mi abuela se fue al cielo y la recordare siempre. Gracias por asomarte a mis humildes versos Agus y por tu cariñoso comentario. Un abrazo. Paco.

 

Mi abuela se fue y la recordaré siempre. Gracias Noberto por tu amable comentario y por asomarte a mis versos. Un abrazo. Paco

 

Mi pésame amigo, has compartido aquí con nosotros sus huellas en tu corazón y alma. Abrazo

 

Muchas gracias compañero Agus. Un saludo. Paco.

 

Ayyy Paco, las abuelas son haditas buenas que convierten en ilusión los deseos y sueños de sus nietos. Tú le dedicas a tu yaya unas palabras que le van a hacer brincar el corazón de la emoción, ayyy, leerte me ha traído a la memoria a mis queridos abuelos y los bolsillos de mi abuela Bárbara, siempre con conguitos que me guardaba, ay... Siempre disfruto leyéndote, siempre. Besazos querido amigo, hasta Zaragoza volando jejeje

 

Me has alegrado lo que queda de domingo Lomafresquita, cada vez que te asomas en mi ventana de versos es como si entrara un rayo de sol de ese que teneis en el sur. Este poema lo tiene mi abuela en su tumba desde hace 17 años y es posiblemente el que más quiero de muchos que he hecho. Mil gracias. Un abrazo. Paco.

 

Es entrañable lo que le dices Paco, ella lo tendrá en su corazón de cielo.