El aquí y ahora de un mural

Veo un cuadro natural en la pared que tengo enfrente.
El viento que mueve la realidad externa
lo va haciendo cambiar, vivir...
Quisiera pintarlo, pero soy inútil para eso,
además ¿qué perduraría?
un estático momento, el pasado que es inútil.
Quise sacarle una foto
pero es un reflejo móvil,
un claroscuro de grises,
y en las partes más claras brilla el sol
-no lo capta bien la cámara de videos-
Veo cruces, panales, hojas en blanco,
letras equis, rastrillos, cataratas, cielos tormentosos,
grafitis en chino, vasculas, almohadones
tallos de rosal y sus espinas, tornillos, pisapapeles,
un conejo blanco y otro negro,
a su lado el movimiento de una hoja se asemeja a un compás,
el blanco está comiendo
ahora se parece a un pacman...,
también hay peces, y sombras.
Todavía no aparece nada que se parezca a alguna parte del cuerpo humano,
afuera se desplazan las nubes
adentro las imágenes mienten la imaginación,
se están desdibujando los marcos que reflejaba la ventana
de vidrios repartidos y se terminó al fin,
ahora ya estoy viendo
solo la pared,
que ni siquiera tiene manchas de humedad.

 

La mente es mágica pues tiene la facilidad de crear murales momentáneos o eternos. Bello poema. Grato leerte. Saludos cordiales.

 

Un vuelo reflexivo y colmado de sensibilidad mi linda amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Inquietante... y a la vez reflexivo; somos mucho lo que imaginamos y lo que nos envuelve nos proyecta y entre distorsiones manejamos lo que supuestamente parece una realidad; una más... oye, que me vi también mirando la pared, je je.
Un gran abrazo, Ropi. Me gustó.

 

Ohh, tanto tiempo ha pasado, disculpas por la demora estimadísima Lou. Gracias por tu preciada visita. Abrabesos en tu corazón

 

que original concepto nos muestras, admirada de leerte siempre guapa, saludos cordiales