Detener la bonanza

Detener la bonanza

Estando tu alta muerte tan lejana
subestimas las preocupaciones.
Yo, teniendo tus días, me preocupo;
no tanto por el incierto mañana
ni por las vanas especulaciones;
sino más bien por el quieto presente...
No piensas que todo el confort de esta dicha
no es dado así nomás, gratuitamente.
Es preferible filtrarle algunos llantos
a nuestro panorama sonriente
para que no empalague tanto encanto.
¿Qué pasa si te hastías ahora mismo?,
¿qué haría yo con esa gris desgracia?
No quiero contagiarte pesimismo,
pero esa duda absorbe y no se sacia.
¿Acaso no te harías ni un problema,
conforme a tu carácter placentero?;
¿me dejarías como un torpe emblema
de los idilios poco duraderos?
Démosle una detención a la bonanza,
que sirvan como excusa éstos peros;
si te enojas das vida a la esperanza
de un feliz transitar muy duradero.


Ariel Carrizo Pacheco
Poema XXXIII, "Mil versos amartelados", 2003​

 

Un placer contar con tu paso perfumado de generosa sensibilidad, querida poetisa. ¡Un abrazo!

 

Gracias por la presencia, querido Jorge; ¡un fuerte abrazo!

 

"Disfrutar de la bonanza mientras exista", " todo es un ciclo que gira mientras haya vida", tienes siempre la virtud de sintetizar una sabia filosofía existencial, querida Romi. ¡Gracias por tu bienvenida presencia!, ¡un abrazo!

 

Qué bueno contar con tu siempre grata presencia, estimado Alfredo. ¡Un fuerte abrazo!

 

¡Gracias gigantescas! ¡Un gran abrazo!

 

Qué hermoso comentario, amigo Dulcinista. Te agradezco plenamente esta huella; me alegra que te haya gustado este poema. ¡Un gran abrazo, hasta pronto!

 

Plenas gracias, estimado Daniel. Me alegra que te haya agradado este poema. ¡Eres muy gentil, te envío un fuerte abrazo! ¡Hasta pronto!:

Ariel

 

¡Gracias por pasar nuevamente estimado Jorge, un abrazo!