Aguardando

Mujer, sabes que te amo,
tu que escuchas mi reclamo
perdona esta mi locura
de la cual, eres la cura.

Eres tú mi dulce nena,
quien me deja sin pena,
la que alegra mi vida,
esto siempre sin medida.

Tú que siempre me esperas
y que nunca desesperas,
aunque en llegar mucho tarde,
y lo haces sin alarde.

Es por eso que te quiero,
y sin ti me desespero,
mi pequeña señorita,
pues eres mi flor bendita.

25/01/07
G.G.R.​

 

waku:

Un buen poema, sencillo, tierno y bien escrito.

Un saludo cordial

Jaime

 

Gracias, espero que lo que escriba adelante sea igual o un poco mejor.