Disculpas.

Perdonadme.
Joder, por favor, por favor...
Perdonadme.

Perdonadme por fallar,
Que me perdonen los que confiaban en mí.
Perdonadme por pisar hormigas;
Porque me reiré de vuestros hijos, insulté a vuestros abuelos y cunnilingus a vuestras madres, en sueños.
Perdonadme por no saber apreciar la felicidad en las pequeñas cosas, de verdad, perdón...
Perdonadme por rajar hojas caídas de los arboles (y a veces, no tan caídas).
Perdón por drogarme,
Por contigo pajearme. Perdona por no estudiar, padre.

Perdonadme...

Por pisar el césped, no hacer caso,
No ayudar a los necesitados. Lo siento...
Perdonadme, por follarme el orgullo,
Perdonadme por empujar al precipicio a los críos y meterles sustos.
Por ignorar las dulces ancianitas en dulces pasos de peatones enfrentadas al dulce tráfico.
Por robar, por robar a quien quiero.
Por soñar, por tirarme pedos.
Por cagarme en dios, en buda, en satanás, en ella. En mi puta vida, en todos los muertos, en la puta (que la quiero), en tu vida, en las muelas, en cristo, en el día de todos los muertos... Perdonadme por parar de contar, si no, no acabo...

¡Lo siento!


Perdonadme por mis errores, mis de lados, mis temores, mis caprichos, mis hacer pasar malos ratos.
Mis rencores, mis hacer que llores, mis heridas, mis autolesiones, por mi sangre y por la tuya, por mis gritos, mis silencios, tus silencios incautados a montones.
Incautados.


Por dejarme llevar por los siete pecados.
E insultar a cada una de sus pecas.

Por destrozar vuestros bonitos lienzos acabados,
Gritar en mitad de vuestras preciosas canciones,
Saltarme escenas de vuestras películas sin motivo;
Arrancar las páginas de vuestros libros.
Por besar todos los días a la locura.
Por pintar con sprays las letras y palabras más feas
Que se me ocurrieran para vuestras sublimes obras de arquitectura.
Por ver vuestras fotografías a oscuras.
Me descojoné ante vuestros bailes y teatros,
Bailando mal (la droga dura).

Perdonadme por incluso odiar la Madretierra, a quien más quiero. Sé que os debe de doler, como os debéis de sentir... De veras… Perdonadme…

Por gritar tan fuerte para que no se escucharan los pajaritos a sí mismos.
Por no pediros perdón cuando os doy empujones por calles transitadas de Madrid, perdón, más vale tarde.
Por disparar a las nubes y espantarlas como patos,
cuando queríais lluvia para vuestros campos.
Por llorar de risa cuando los bosques arden.
Por disparar al sol cuando os moríais de frío.
Por indicar a los guiris mal el camino.

En fin, ruego que perdonen.

Por no creer en el amor,
Y haberos hecho tan infelices que no me lo crea ni yo.


Pero, antes,
Dejad que os perdone yo a vosotros. ¿No?


No te jode.

 

¡¡¡PERO QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ!!! JAJAJA BUEN POEMA AMIGO.