El juego

Aprendimos a ser mayores
jugábamos a ser madres en aquella casa donde
nuestro padre llegaba ebrio
a veces con sangre en la cara y la ceja partida
tambaleante como esos muñecos que tienen imán en su base

aprendimos a ser madres y esposas
a guardar a nuestros hijos de la violencia

jugábamos a ser niñitas de viaje por la estepa rusa
a esquivar las flechas de los indios
a frotar las manitas de las muñecas
o a ponerles en sus boquitas un biberón que nunca terminaba

hicimos un pacto de silencio hermana
nunca hablamos de la mujer como una herida sangrante
del animal salvaje que habitaba en nuestro padre
de la diva inconsolable que creía ser nuestra madre

no hablamos de la huída a casa de los vecinos
de la violencia al otro lado de la pared
de lo inconmesurable de los silencios

nos limitamos a escuchar el paso de los mayores
al otro lado de la pared
siempre al otro lado
la dos
tú y yo
sintiéndonos hermanas en la carne
en el alma
en el consuelo de dos niñas temerosas del mundo adulto
que ante nuestros ojos se desarrollaba así
tan misterioso, tan incomprensible, tan violento
tan real como los recuerdos

hicimos una pacto de silencio
hermana

 

Bellos recuerdos en un halo de misterio… Muy buena tu obra.

 

Los recuerdos siempre quedan en nuestras memorias, Nunca se olviddan, saludos bien logrado tu poema

EDU

 

Gracias por tu paso Salva y sí ,la vida esconde demasiadas cosas, hay que ir descubriéndolas poco a poco, como si decorriéramos una cortina ...
Un beso grande

 

Gracias Edu, has sabido captar mi mensaje.

saludos también para tí y un beso grande

 

Preciosas letras de recuerdo y tristeza,1saludo.