Un día

Era un día soleado,

los pajaritos cantaban

todos sonreían,

de repente...

El rió traía grandes torrentes,

y en un momento,

llego la calma.

Y a la semana

todavía seguía apestando a muerto.
​

 

Nooo jaja... El final!! Qué impredecible eres. De repente, en la cara, hasta parece que percibí su estado de putrefacción jaja... Me encanta los finales impredecibles. Saludos desde el oasis donde te sueño.

 

Saludos Ubaldo mi Marcco Antonio​

 

Señora, o señorita, escalofriante es tu final de podredumbre con un inicio relajante de pajarillos.
Recibe los saludos de Cuentista.

 

Señorita,
si lo se,
vamos,
tanta calma no es normal

gracias por pasara comentarseñor cuentista, o señorito?​

 

Jaja, tanto si me llamas señor como señorito, no me va

 

¿Se dice rápido, no?
Las sensaciones son las que responden
realmente a las calamidades.
Hay que estar ahí cuando el cuento no es suficiente,
o preferiblemente no.
Saludos, un gusto pasar por acá.​

 

Inesperado final, igual buen poema.
Saludos.

 

Rápido
fue el momento
de cambio
a lento...

Gracias por pasar a leerme Srita Princesa Ciega​

 

Gracias​