vida sin mujer

durante el tiempo que ella y yo estuvimos juntos
yo solía escribirle poemas a destajo,
y en ellos le decía cada vez lo de siempre
-las mismas idioteces de toda la vida-
te necesito como el aire que respiro, por ejemplo
o eres el sol de mis días
y me muero sin tus besos, desde luego
y por estar contigo un minuto sería capaz
incluso de cruzar medio mundo,
declaraciones que en realidad
no tenían ningún fundamento empírico
puesto que no había semana que no nos peleáramos
y ella hiciera la maleta y se largara a su casa
y dejáramos de vernos hasta por 15 días
lapsos en que su ausencia, no obstante
nunca fue tan asfixiante como para quitarme el aire
ni me hizo sentir morir la falta de sus besos, por cierto
y donde tampoco me acuciaba la menor urgencia por estar con ella
aunque a nuestras respectivas casas no las separase
más que un corto trayecto de 10 minutos en taxi;
a la larga ella se cansó de mí y me mandó a la mierda
encontró luego un cabrón y se casó con él
yo me encerré en mi casa a leer novela negra escandinava
y libritos de autoayuda para superar el desamor;
ahora en mi mente no subsiste ya de aquella etapa
más que un desvaído insignificante recuerdo
quizás sea esta la razón
por la que puedo ya revelar a la luz publica o la posteridad
la triste verdad que ocultaban aquellos poemas
confesar que sus besos, para empezar
no eran realmente nada del otro mundo
ella tenía los dientes mal alineados y
su aliento muchas veces me llegó a marear
"me muero sin tus besos" le decía en mis poemas
pero en el fondo pensaba "por qué no te lavas la boca más seguido
o quizás debas cambiar ya de cepillo de dientes
y también recurrir al hilo dental con más frecuencia
y antes de irte a dormir usar enjuague bucal
que elimina hasta el 99% de los gérmenes
que causan el mal aliento, aunque lo más recomendable
sería que acudieras al dentista porque seguramente
tienes la mitad de las muelas cariadas"
a pesar de todo, si lo pienso más despacio
no fui enteramente hipócrita cuando le decía
que me moría sin sus besos, porque cada vez
que me chupaba la verga yo llegaba a ver las estrellas
y esa clase de experiencias pueden ser determinantes
a la hora de enjuiciar el valor sentimental de la compañía de una dama;
"la mujer perfecta" era el título
de uno de los primeros poemas que le dediqué
no porque tuviera las piernas largas y esbeltas
y un culo de puta madre y las tetas gordas y levantadas
o se pareciera a jennifer lopez o nicole kidman
sino porque aún no había logrado convencerla
de ir a un hotel y que me diera las nalgas:
y no era bonita, es verdad, si a esas vamos
y sus piernas eran demasiado flacas y tenía las tetas pequeñas
pero su vagina me quedaba perfecta cuando entraba en ella
por lo que quizás aquel poema, en cierto modo
reflejaba un poco de ella, de sus atributos secretos;
al final parece que no andaba yo tan despistado
escribiendo mis disparatados versos;
no era la mujer más hermosa del mundo ni mucho menos
y su risa sonaba estridente y vulgar como el graznido de una guacamaya
tenía la puta costumbre de ver sus putas telenovelas tercermundistas
con el volumen a todo lo alto mientras yo intentaba
absorberme en la trama del último caso de wallander;
la vida que llevo actualmente, excepto por el hecho
de que lo que hacía yo entonces con su cuerpo ahora
estoy reducido a tener que hacerlo con la mano,
me resulta preferible a la vida que ella y yo vivimos juntos
y se acerca mucho más en términos generales
a ese ideal de vida contemplativa y bucólica que por temperamento
los poetas intelectuales como yo preferimos sobre cualquier otra:
me levanto a mediodía, desayuno, contemplo el infinito
abro un libro, leo un par de horas, reflexiono acerca del ser y la nada
me preparo un sandwich de brócoli, bebo té de manzanilla
practico yoga y vislumbro la luz del nirvana bañando la inmensidad
veo las noticias de la noche, me tomo un vaso de leche
me doy un baño, me cepillo los dientes, me meto en la cama
me masturbo y luego me quedo hasta la madrugada
viendo el techo y pensando si vivir de la manera en que vivo
no resulta sin embargo equivalente
-aun con la enorme libertad que implica estar solo-
a vivir una puta mierda de vida

 

Villita no estás bien,
me tienes preocupada.

 

no te preocupes, elenita
creo que nunca había estado tan bien

saludos -también a mi compadre, si sabes algo de él-

 

y a julia, ya que nos encontramos por aquí

saludos

 

yo creo que por fin está cumpliendo su sueño, se ha retirado a un monasterio y se ha entregado a Dios.
Seguramente estará en la cocina haciendo lentejas, postres deliciosos y licores,
para la alegría de sus hermanos dominicos.

Ay qué alegría cuando respondes a un comentario! Quedo atontada para unas horas,
y qué bien, que estés bien.

Un abracito fraternal.

 

Jose eres un misterio para mí y quizás "meta la pata entera", pero me da la sensación de que te aislas de que no intentas algo
tan básico como es conversar con los demás, quizás de tonterías...no somos sabios, pero las tonterías provocan risa a veces,
y es la primera necesidad que tenemos, entre oscuridades, la luz de la risa, reir es vida y vida feliz, no es tan difícil lograrlo.
Salud y saludos.

 

Versos magníficos de brillante calidad, soberbia inspiración divina.