Dolor

DOLOR


Padre, qué he de hacer con la tristeza,

arraigada en mí, el alma helada,

vida así se me antoja casi nada,

qué he de hacer con tanta incerteza.


Me miro y sólo encuentro mi vileza.

Perdida la paz, qué mal arraigada,

sólo en sueños encuentra su morada,

falsa paz, si en vigilia es aspereza.


A Tí acudo, atiende este clamor,

no me dejes, Señor en este hastío,

aprenda yo a estar cierto de tu Amor.


Arráncame, mi Dios, del desvarío,

Y enséñame a encontrarte en el dolor,

dolor que entonces no será baldío.

 

Al igual que Carrizo.

Mi figuración y aplauso .

Alfonso Esp inisa osa

 

Gracias, un aliciente que te asomes a este recién llegado. Gracias de nuevo.

 

Lesmo, un gusto ha sido encontrarme con este maravilloso clamor al Padre Eterno. Saludos y bendiciones.

 

Agradecido por pasar por las letras de este recién llegado y por tu respuesta. Bendiciones para ti también.

 

Bello, clamor que se expresa con un profundo deseo de encontrar alivio, respuesta a las tristezas y sentir la aprobacion de Dios. Hermoso. Si a uno lo conmueve al lerlo, !cuanto mas Dios que nos invita a acercarnos a El, porque se interesa por nosotros.! Santiago 4:8; 1Pedro 5:7

 

Mi sentido agradecimiento por su respuesta y las citas que leeré con mucho gusto. Mi más afectuoso saludo ycnan.

 

que sorprendentes rimas, profundas y espirituales. Felicitaciones por mostrarnos otra cara de la poesía. Saludos

 

Muchas gracias, Benjamín. Mi más cariñosa bienvenida.

 

Muy buen poema, en especial el final.
Abrazos y feliz día

 

Muchas gracias Luis. Hacía tiempo que no pasaba por esta composición que, aunque triste, es esperanzada. Os bendigo a todos.

 

Hola lesmo:

Por fin he dado con tu primer poema en este portal, no me ha dolido leerte, tampoco me resulta indiferente, porque tus versos se empapan de nostalgia e incertidumbre y en la lucha interna la musa y tu padre ilumina tu existencia, junto a las horas que a veces aturde tu cabeza, pero te aseguro amigo, QUE NO LLUEVE ETERNAMENTE.

Esto lo compuse hace mucho, cuando mis días eran grises y mi meta quedaba grande, pero la alegría de estar viva, me ayudó a seguir y seguir dando, seguir con entusiasmo en este mundo complejo y hermoso.

Viento y agua

Una sola nube para mí,
donde graniza continuamente,
viento que azota con mis sentidos,
agua que destila de mis ojos,
donde todo es turbio,
y nada se detiene a mi favor,
todos los días persigo,
más nunca me asomo a la ventana,
me encierro en mi cielo,
y me culpo de sin pecados,
duermo sin dormir,
hablo de todo con las sombras,
hasta que un día cerré el paraguas,
y abrí la puerta a mi alegría encarcelada,
para adornarla con la familia,
con mis amigos y con las palabras.

 

Pues es un canto a tu voluntad firme de vivir dándote como lo haces. Enhorabuena por esa fuerza amiga.
Con mi abrazo.