Cien versos.

He comenzado cien versos,
cien universos.
Todos los escribí en la arena
y quise que se los llevara el mar
con su manto azul,
en un instante.
Y miré la blanca arena
otra vez tan blanca.
Con el mar iban mis anhelos,
mis amores,
mis celos.
Confundidos con la espuma
se harán encaje
con mil poemas huérfanos.
Escribiré en la arena de nuevo
sin desconsuelo.
Porque el mar no es el viento.

 

Estimado Lesmo:

Me gusta la temática y el vuelo de tu pluma.

Saludos cordiales

 

Muy agradecido por la lectura y el comentario generoso.
Saludos muy cordiales para ti también.

 

Esa arena, en la que escribes,
es el papel que hubo siempre,
al alcance de los hombres,
en las orillas del mar.

Te imaginas esa arena,
cuantas figuras y letras,
ese mar pudo borrar?

Cuantos castillos de niños
ese mar pudo tragar?
Para después el poeta,
de nuevo encontrar espejo,
donde poder comenzar,
nueva historia, nueva vida,
que la mar, se ha de llevar.

Porque al final todo, todito.
Al final todo se irá,
a la mar que es cosa grande,
para volver a empezar,
nuevos amores y vidas,
nuevas gestas en la mar.

Para ti. Salva. Con cariño

Alfonso Espinosa

 

Sorprendido acojo tu hermoso poema que me dedicas. Te lo agradezco con toda el alma amigo Alfonso. En este mar nuestro hay mucho poema y tu bien lo sabes.
Con mi cariño agradecido.

 

Fantástica la calidad y la inspiración preciosa.

 

Gracias, maestro, aprecio enormemente tu compañía.
Con mi saludo cordial.

 

Mi querido maestro: Deliciosa es tu décima que tanto anima a seguir en este maravilloso mundo que conformáis los amigos y compañeros. Esta vez me has sorprendido con mi petate algo escaso de inspiración, donde no tengo nada digno con que obsequiar tu compañía. Sólo mi admiración y profundo afecto.
Salvador.

 

Pero no me he resistido a dedicarte esta composición que espero sea de tu agrado.

Solo por ver tu contento

Solo por ver tu contento
vale la pena escribir
si con esto he de servir
lo haré en todo momento,
tal es como yo lo siento.
Espero que en este mar
en el que está mi soñar,
encontraré algún poema
que brillando como gema,
tu quisiste desechar.

 

¡Ja,ja,ja! Genial, genial, querido maestro. Me rindo ante tanta evidencia. Efectivamente me has comido todas la fichas. ¡Jaque mate!. Con mi fuerte abrazo.

 

Amigo querido este lo tenía guardado para una ocasión especial. Creo que lo conoces pero ahora te lo dedico con todo mi cariño.

LOS POEMAS QUE AL MAR FUERON (II)

Los poemas que al mar fueron
dices que allí bien están.
Son de otros tiempos, verdad.
Y, aunque no vas a olvidar,
ya se marcharon muy lejos.
Se te ve feliz, muy feliz,
cuando hablas, cuando caminas,
cuando piensas, cuando escribes,
lo haces irguiendo la frente,
al hoy y a tu presente;
y con gallardía culminas,
el trabajo y el amor
a esa “valenciana flor”
que dices, tan bien cocina.
Los talentos que te dio
haciendo de carpintero,
qué oficio escogiste, tan bueno,
del padre del Padre Eterno.


A Alfonso Espinosa​

 

Vuelvo al tu entrañable poema esta vez sin legañas en los ojos y lo veo como reflejo del gran cariño que me tienes. A ver si yo soy capaz de corresponder mínimamente. Ya lo tengo en un archivo especial. Con mi abrazo fuerte, querido amigo.

 

Otro aplauso amigo mío
al ver en esos poemas
ese sentir tan fino
Y tan plenos de cariño
Un abrazo grande
Alfonso Espinosa

 

Amigo lesmo:

La arena, el viento y el mar, son vitales, para darle ese toque en este poema, pero tú con el sonido de los pajarillos, con la luna, o la noche, haces maravillas que de igual modo, embellecen los versos que escribes.

Un abrazo.

 

Ya lo he dicho, querida amiga, lo que más embellecen los versos son los ojos y el pensamiento del lector. Tu comentario generoso lo hacen bello, mucho más de lo que nació, si es que nació con belleza.
Recibe un fortísimo abrazo.