No sé si me hago daño... (2ª parte) ...cuando te imagino

No sé si me hago daño cuando te imagino

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Hace veinticuatro años,
más de media vida,
te dije...
con el temblor del niño que descubre
que los cuentos solo son cuentos,
te dije...
con la sabiduría de la inocencia,
te dije
(aún lo tengo escrito):

Princesa de reinos encantados inventados,
cuando dejes el cielo, te seguiré soñando,
cuando recites tu historia, te estaré escuchando,
cuando estén vacías, acariciaré tus manos.

Cuando el mundo te dé vida, seremos felices.

Aunque no los contaba
llevábamos cinco años juntos
y fue la primera vez
que te escribo
que te nombro
que te miro
a los ojos.

Luego te ignoré
otra vez,
te cambié,
te mezclé
con otras.
Te olvidé
quién eres,
quién no eres.

Traigo una pregunta
sin rencores.
De todas las caras,
los nombres,
las voces,
las noches
que has tenido,
¿siempre fuiste tú desde el principio?
¿O acaso
alguna de ellas
pudo realmente haber sido?

Estuvimos tan cerca de conseguirlo;
una sola vez;
estuvimos tan cerca de conseguirlo...

Te habrías marchado
contenta
de dejarme en buenas manos.

Porque tú y yo en cualquier momento
podemos tumbarnos a mirar las estrellas
y puedo pedirte las que quiera
y nada
nada te impedirá traérmelas.

Nadie me ha acariciado tan desnudo.
Contigo
puedo ser débil,
puedo ser niño,
puedo jugar
a tener frío
y miedo
y llanto
y solo
por el momento
de refugiarme en tu abrazo.

Hoy por primera vez
pienso en ti,
tú de mentira,
tú de verdad.
Trasciendo los velos,
beso tu naturaleza
y amo lo que veo.
Hoy por primera vez
no pretendo hacerte otra.

Te juro que nunca más,
y tengo que escribirlo
para crear una remota
esperanza de cumplirlo,
te juro que nunca más
volveré a arrancarte de nuestro cuento.

Y si alguna vez
vuelvo a amar,
si alguna vez,
amar de verdad,
en estas líneas
ella y tú
tendréis que conoceros
y haceros amigas.


Galapagar (Madrid) 14 de agosto de 2015

 

Algunas veces los recuerdos hacen demasiado daño, es verdad.
Nostálgico poema.
Saludos.

 

Gracias, Destinos, por dejar aquí unas palabras. Es cierto que la nostalgia tiene una gran tendencia a instalarse en mis escritos, aunque aquí más bien pretendía invocar un recuerdo antiguo para reconocerme que he sido capaz de ignorar durante años algo que en realidad siempre he sabido. En cualquier caso el lector siempre es libre de leer los escritos a su manera y así, además, enriquecerlos.

 

Y ya llegó la esperadísima segunda parte del poema...casi una secuela poética de la imaginación y el romance. Sea etérea o no, el caso es que los demonios del amor (el amor también tiene demonios cuando amamos torturándonos), siempre están presente en las espectativas del amante. Por eso siempre está presente el escenario que no deseamos, pero llega, el desamor se impone al final del amor en la mayoría de los casos. Pero lejos de las circunstancias singulares de cada mortal lo cierto es que queda un cuerpo y un alma a merced de la locura muchas veces cuando se pierde lo entrañable. ¿Qué poderoso efecto puede tener la nada/soledad sobre el sentimiento sin luz?´. Éste poema es a la vez muchos poemas muchas historias ( conocidas por lo general) pero q siempre encierra una reflexión profunda. Felicitaciones Fingal. Quizá los seguidores de este poema esperen una tercera parte ( ficción o realidad) dónde el amante y su amada puedan al fin ser felices y romper la tragedia del desamor.

 

Debes de ser el único que esperaba la segunda parte y, ya puestos, la tercera. Sí, hay una tercera parte y última, hasta donde veo el futuro (está en el foro de melancólicos). El final es el que es, el único que creo que podía tener esta historia. Una historia tan alejada de la realidad desde el principio que realmente no entrañaba ningún riesgo de atraer demonios, y, claro, tampoco ninguna opción de fueron felices y comieron perdices.

No he conseguido escribir prácticamente ninguna de las respuestas a mis dudas, pero al menos he conseguido escribir las dudas y eso mo otorga cierta calma.

Valoro mucho la conversación de tus comentarios.