El diván del olvido

Tenemos tanto que decirnos
que ninguno de los dos
sabemos por donde empezar,
¿razones de conciencia?...
el sol de medio día
quemaba nuestros labios
al par que maduraba
en sus ramas el naranjo.

Pero el calendario de nuestras vidas
a la par se marchitaba
la fragancia de aquella rosa
entre las hojas de un viejo libro,
tu silencio y el mio
se acurrucaron
en el diván del olvido.

y tras una larga caricia
a los ojos nos miramos
fue un largo diálogo de almas,
silencioso estruendo
que firmó el epílogo
y terminó el último capítulo
de nuestras vidas.

Mi alma se desangra
queriendote decir mil cosas
sin poderlas pronunciar
tan solo te diré
yo te amo, yo te amo, tus labios de rubí
de rojo carmesí
parecen pronunciar
te amo yo también.

Lo mejor es que me vaya de aqui
para no verte mas
se que sufrire al no tenerte mas
y vuelvo a repetir
te amo, te amo.

Fuiste una gema
que como pompa de jabón
en mis manos se hizo olvido,
pero aún así,
yo te amo, yo te amo.

José Manuel Muro Mora..._-----------

 

Muy sentido y colmado de Sentimiento tu poema querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Hermoso poema, magia en cada uno de sus versos. Saludos. LUIS.