Carta a un amigo

Apenas comienzo esta carta,
que hace tantos años que no escribo,
soy consciente del poder que me otorgas,
no por mi escaso arte tan cuestionable,
sino por ser mi voz la que firma estas líneas
y la certeza de que solo por eso
cada palabra importa.
Y esta certeza que tanto cuesta
es mi primer reconocimiento-agradecimiento.

En mi segunda estrofa cumplo mis promesas
y desnudo mis intenciones
hasta donde me permite la ofuscación del verso.
Confieso que estas líneas surgieron primero
de un propósito de desafío al circunspecto raciocinio.
Pero precisamente por lo dicho,
no tendría valor ni sentido
y sería rebajarme a trucos de charlatán indigno.
No estamos para eso.
Ahora, solo comprende
que no siempre en mi boca alcanzo
la misma sinceridad-libertad que en mis manos,
ni la solemnidad del acto escrito.
Reconozco que encuentro mis palabras en lugares
cuya verdad no se expone al examen
de la penetrante luz objetiva,
y aunque, fríamente, eso la limita,
no la invalida.

Abro mis puertas y escucho
lamentos y gemidos,
de día, de noche,
pero ya no son los míos,
y pienso que algunos
tenemos la fortuna de vivir el relato
de quien hunde sus manos
en la tierra fresca y fértil del horizonte legítimo
y comparte sus frutos sin reparos.

Pienso que algunos
tenemos la fortuna de encontrar el cobijo
de quien lo construye día a día
con su voluntad y sus hechos,
el cobijo donde el alma y la conciencia
descansan, se regocijan, se alimentan, crecen y se moldean
en principios libres y transparentes.

Pienso que algunos
tenemos la fortuna de compartir el convencimiento
de que podemos ganar el mundo que nos construimos
y nada nos acerca tanto a nuestro destino
como el ejercicio de defenderlo.

Nunca me he encontrado a nadie
que mejore su entorno,
sin distinciones,
con tanta naturalidad y empeño.
Y pienso
que la más o menos merecida
invitación-bienvenida
a disfrutar de ese entorno
es uno de mis más queridos logros.

Termino con un regalo,
innecesario como todo buen regalo;
me ciño el manto de arrogancia incuestionable
y rubrico este retrato,
no ya eterno,
sino ajeno a los límites del tiempo,
como mi homenaje,
tan grande o pequeño como mis fronteras,
para que siempre seas.


Galapagar (Madrid), 21 de agosto de 2015

 

Compañero Fingal fue un honor para mi pasar por tus letras.Felicitaciones

 

Es un poema holístico, que encierra todos los ambientes, todos los caminos en que el poeta despliega su libertad amical hacia el mundo personificado. Me ha gustado mucho. Mucha sinceridad cuelgan de tus versos, perlas que viajan a los cuellos fraternos. Felicitaciones.

 

Este comentario me ha dejado bastante sorprendido.
Respeto y valoro la libertad del lector de proyectar sus experiencias y de interpretar a su antojo los escritos, porque eso los enriquece.
Dicho esto, por mi parte, este poema lo he escrito con la intención que se refleja en el título y sí va dirigido a una persona concreta que no soy yo.
Me carcome la curiosidad de saber qué te produce esa impresión, por favor, no seas cruel y no me dejes con la intriga.
Quizá percibiste que los aspectos que destaco me resultan tan convincentes que he acabado abrazándolos o intentando hacerlos míos, dentro de mis limitaciones.

Muchas gracias por el comentario.

 

El honor es mío. (Creo que esta es una de esas veces que realmente no se puede decir otra cosa).

Gracias por el amable comentario y me alegra y anima mucho que puedas disfrutar de alguno de mis escritos.

 

Me gusta mucho que digas esto por dos razones:
De la primera me di cuenta enseguida y es que iba a tener que enterarme de qué significa eso de "holístico" y siempre agradezco aprender (o acercarme a aprender) nuevos términos.
La segunda es porque, aunque no lo he pretendido mencionar expresamente, los rasgos que describo, efectivamente, nacen de una visión de la humanidad como conjunto, humanidad que los individuos no simplemente componemos, sino en la que nos integramos y desarrollamos. No creo que nadie dude de que el ser humano es una criatura social. En lo que sí hay discrepancia es en lo que cada uno reconoce, por así decirlo, como su tribu; desde la familia, el barrio, un municipio, una ciudad, un país... hasta el caso que aquí nos ocupa que abarca a la totalidad de la humanidad, sin excepciones, salvo quizá esos individuos que deciden depredar a la propia humanidad y así se autodeclaran enemigos de ella.
Muy bueno que lo hayas visto, Marquelo, a pesar de no haber estado presente en esas conversaciones, ¿o me he dejado llevar demasiado en mi interpretación de "holístico"?

Yo no preetndía personoficar al mundo, pero quizá tú has universalizado a la persona a la que me dirijo y así te incluyo en mi homenaje, con una aportación en forma que a mí o no se me habría ocurrido o realemnte no habría sido capaz.

Y esto:

es tal vez lo mejor que podías decirme, porque es exactamente lo que pretendía. Al escribirlo me recordé en esos tiempos en que no había ni whatsapp, ni e-mail, ni SMS, ni tanta comunicación a distancia casi instantánea, y solo tenías el papel, el sobre, el sello y el buzón. Escribías sabiendo que pasarían varios días hasta que se leyera el mensaje y eso te obligaba a desarrollar una magia en la que invocabas a la persona a la que te dirigías y realmente escribías como si estuviera presente, pero sin perder la intimidad de tu soledad ni la calma de la palabra escrita, en la que puedes expresarte con una profundidad, sinceridad y libertad que yo no encuentro de otra manera.

Como es habitual en ti, dices mucho (o provocas mucho) con pocas palabras muy bien elegidas.

 

Me alegra que te gustara y que te detuvieras un momento a dejar tu comentario.

 

Reflexionando un poco,me doy cuenta de que, efectivamente, el poema está redactado en términos de una conversación conmigo mismo. Que hable de él y él esté presente en esa conversación es algo que realmente puede no estar reflejado en el escrito.

 

Eso es Poeta, los poemas tienen su belleza precisamente porque su sentimientos, viene del corazón mismo
Saludos cordiales

 

Impresionante conexión con el interior, para transmitirla con la pluma. El impulso inicial era desafiante, pero al plasmarlo, se convirtió en apaciguador. Estoy convencida, que la palabra no sería tan emotiva, pero al escribir en contacto con los sentimientos, es mucho más poderoso. No es fácil conectar con el interior como lo has hecho y te ha quedado muy expresivo y brillante.

Te felicito, muy buena carta.

Un abrazo.

 

Estoy convencido de que esto es discutible, pero es cierto que mi aproximación a escribir suele ser desde la necesidad de expresar lo que siento, aunque a veces también ideas más conceptuales.

Me alegra mucho seguir recibiendo tus comentarios.

 

Me alegra mucho que te haya gustado el escrito. Tu comentario me hace pensar que haber podido escribirlo quizá tenga más valor del que imaginaba en un principio.

Muchas gracias por dedicarme un comentario tan amable.

 

Inspiradas letras divinas y gloriosas. Excelente.

 

La certeza del Yo encabeza con minuciosidad un proyecto dilatado en el tiempo. Ha llegado el momento de recompensar la asignatura pendiente pero se presume censurada por el verso…

Ciertamente la pausa consolida. Mientras que la voz es acelerada e indómita, la pausa reflexiona.

Las memorias se acompañan de ruido pero por fortuna “el ahora” lo ahoga dejando paso a la luz del día.

Observación de la vida, recreación de la conciencia del Yo.

El final deja un poso apacible para mi percepción, una mezcla de reconocimiento intemporal. Se presume la intimidad de la amistad aún en la distancia.


Muy interesante el contenido.

Un abrazo

Palmira

 

Eso de la "certeza del Yo", me ha recordado mucho al comentario de Maramin. Parece que el egocentrismo no me abandona. Realmente la descripción y la valoración que hago de mi amigo es a través de los efectos que ha tenido en mí. En cuanto a la censura del verso, en lo que dudo es en cuánto de verdad, de real hay en el estado emocional desde el que se escribe (o al menos yo escribo) la poesía.

Gracias, Palmira, por tus comentarios siempre cargados de mucho mensaje en el que reflexionar.

 

Aprovecho el honor que me has hecho visitando mi espacio y no podía menos que averiguar lo que escribes, esto que he leído me deja una agradable sensación de paz, son líneas reposadas y si se quiere introspectivas sólo hasta llegar a la última línea es que se ve la intención del título, ha sido un grato momento en este lugar, te dejo un saludo sincero Fingal.

 

Muchas gracias por la visita y me alegro de que la lectura te resultara grata. Escribí esto con una intención muy clara y creo que no queda oculta. Es, literalmente, una carta a un amigo; en verso, sí, pero fue solo ponerle por escrito algo de lo que representa para mí.