Milagro

Se deshojan en caricias
mis manos tocando el aire
y mis besos se suicidan
buscándote cada tarde.

Se me desgastan lo sueños
que voy releyendo a diario
en un libro de recuerdos
en espera de un milagro.

Tu boca se me aparece
con un sabor a tequila
y mis labios humedece
con tu veneno, mi niña.

Y bebo mi llanto a veces
al calor de mis delirios
esperando que regreses
y terminen mis martirios.

No puedo dejar de amarte
porque sé que tú eres mía
ven por Dios ya a despertarme
de esta amarga pesadilla.

No permitas que tus labios
se ensucien más con mentiras
en esos mundos extraños
por los que ahora caminas.

La pureza de tus manos
no debe ser lastimada
con los chantajes de tontos
que quieren robar tu alma

Déjame volver a ser
el que se pierda en tus ojos
en ese océano de miel
que alimenta mis antojos.

Dame tu mano chiquilla
y déjame rescatarte
no permitas que mi vida
se me nuble y se me gaste.

Ya no quiero que sea aire
el recuerdo de tu cuerpo
cada día al despertarme
y sentir que no te tengo.

 

Un buen poema, con ternura, intensidad romática y buenos versos rimados.

Un saludo cordial de Jaime

 

que tal seven. hermoso los versos de tu alma para tu alma. Que sincero reclamo sincero, lleno de humildad y desvelo. suerte! compañero que los caminos son ligeros al igual que los recuerdos. o pesados?. nose tu di quesi! jajja!