Humanos

Ayer hablamos tú y yo
largo y despacio.
Convenimos que no nos hemos hecho daño
y que somos igual de humanos
incluso un poco más juntos que separados.
Hablamos largo y despacio
de ninguna culpabilidad pendiente de absolvernos
con respeto global en los ojos.
En algo estuvimos tan unidos.

Te prometí no volver a llorarte
mientras quede
una fusta de maltrato,
un hambre,
un humano
que mendigue
refugio
a la muerte.

Álvaro del Prado
Galapagar (Madrid), 18 de septiembre de 2015.



Pienso que esto tiene escaso valor literario, pero estuve leyendo los poemas de Morado (poetisa recién llegada) y me salió.

 

Estoy asombrada, muchas gracias la verdad aunque creo que este fue mas profundo que cualquiera de los míos, de nuevo estoy muy alagada.

*un beso!

 

Vaya Álvaro..jejejje ya te inspira una poetisa...jeeje, eso está bien. Sigue leyendo a Morado.je. En cuanto al poema, le doy valor , porque seguramente lo escribiste con intensidad. Luego leeré a tu musa....jeejeje

 

La promesa de la última estrofa le pongo una cuota de duda. Ese mientras...usado como condición hacia la otra persona se puede ver como una nueva amenaza de conflictos. Claro todo desde el poema que leo yo, que no debe ser muy parecido al que escribiste vos.
Saludos fingal.

 

Es bastante sabio hablar, expresarse Álvaro, el entendimiento civilizado es lo mejor, aunque cualquiera de los dos se quede solo. Un gusto leerte Poeta, saludos cordiales

 

Morado, me alegra mucho escucharte un mensaje que suena más alegre que tus versos. Te estuve leyendo y, entre lo que escribes y tal vez algo más que vi o inventé entre líneas, me quedé pensando en auténticos dramas frente a los cuales las nubes en mi ánimo me parecieron ridículas. Creo que es el mismo tema que le entendí a Mave en "Etérea pena".

Con el comentario quería llmar la atención sobre tus escritos, que parecen a veces una llamada desesperada.

Ay, Antonio, escribí esto muy por impulso y quizá dejé demasiado sin decir. Realmente la conversación es con la misma amada imaginaria que me ha traído a este portal, aunque sí es cierto que la conversación la provoca algo que sentí a partir de leer a Morado. (En este sentido, Morado, he levantado un simbólico agradecimiento).

Y desde luego lo que se describe no es una solución, sino una tregua o un aplazamiento. De lo que no hable nada es de los términos del conflicto. (Bueno, están presentes en aquel "te prohíbo mis versos"). El conlicto es puramente interno. La condición es para mí, pero ni yo mismo me creo que vaya a ser capaz de cumplirla. Pensando en algo que le preguntaste a Marquelo, sobre si todo lo que hacemos es nuestra culpa y si rendirse o no es na decisión firme, yo creo que hoy por hoy tenemos sentimientos e instintos que no podemos evitar sentir. Al menos de forma directa. Podemos apelar a la capacidad de controlar los comportamientos, pero no lo que sentimos. Por ejemplo, alguien puede serle fiel a su pareja, pero no poder evitar que otras mujeres u hombres le resulten atractivos, muy atractivos. Quizá, sabiendo qué cosas nos estimulan los sentimientos, podemos actuar para exponernos a ellas o alejarnos y así, de una forma indirecta, tratar de influir en ellos. A veces esto puede requerir una buena dosis de autodisciplina, o una voluntad o motivación fuertes.

Sí, aquí intento entenderme civilizadamente conmigo mismo para lidiar con mis insatisfacciones internas.

 

Mensaje re-contra completo Alvaro. Abrazo.

 

Hiciste, hermano, una promesa muy dura y muy hermosa. Ojalá puedas cumplirla, pero no te preocupes si se te rompe... solo sigue intentando. Saludos.

Ah, lo del valor literario: ¿...?

 

Hermosura preciosa de emocionantes letras sobresalientes.

 

Qué bueno si con las intenciones fuera suficiente y qué bueno que alguien les haga aprecio.

Lo del valor literario, hace no mucho estuve mirando los criterios de lo que valorará un jurado de cierto certamen y, vaya, como que este escrito tiene poco o nada de eso (incluso menos de lo habitual en mí). No es que me preocupe, porque lo escribí por lo que lo escribí y fue sincero cumplió su propósito. Pero quería ser también sincero con los lectores en cuanto a que no tenía más pretensiones.

Un abrazo

 

Gracias por tu poema madrileño... valor literario, algo muy relativo. Hay quien lee un haiku y considera que no tiene ningún valor literario.

Desde un punto de vista muy personal opino que el valor literario no sólo está sujeto a la perfección técnica o relativa belleza lírica del texto.

Por ejemplo: "Los desconocidos mueren todos juntos, los que conozco de uno en uno y los que amo, conmigo" (es de una poetisa vasca, va traducido del original en euskera), pues bien este poema al igual que el tuyo pudiera no tener ningún "valor literario" pero a mi me impactó desde la primera vez que lo leí.

A tu poesía, como dices, puede que alguien le achaque la falta de algún tipo de valor literario pero no se puede obviar que lo más importante, al menos para mi, no es lo formal como valor literario, puedo leer un soneto que me parezca una porquería por muy soneto que sea y leer un poema de dos versos que me parezca una gran obra.

Estos versos, sencillos, y lo digo sinceramente, a mi me ganaron por su contenido son arte... ¿cómo valorar la poesía social de Brech partiendo de su técnica?. No, la poesía social como esta tuya donde tiene el alma, el valor y la garra es en el contenido y no en el continente, porque sino no tendría sentido como tal, como arma que dijo Celaya. Así que permite a este lego en materia de lo poético que diga: "tu poema me gustó", me despertó, me dijo, me rebeló y aún más cuando lo volví a leer descubrí en su breve sencillez la riqueza lírica en la ética de sus palabras pero también en el modo de colocarlas.

Enhorabuena por desde la sencillez aludir certero a la verdad utilizando, de paso, la belleza.

Un placer la lectura de esta buena poesía.

Un abrazo

Jon

 

Hermosa preciosidad de valor poético, bello trabajo, muy lindo, excelente, felicitaciones.

 

Muchas gracias por el comentario. Estoy muy de acuerdo en que el valor de los escritos no solo reside en su forma, sino en gran medida en el contenido. De hecho, siempre me ha basado más en el mensaje que pretendo transmitir que en la forma en sí, sobre todo también por la limitación de mis recursos. Simplemente quise dejar más o menos claras las pretensiones (o ausencia de ellas) del escrito.

Agradezco también tus palabras en cuanto al posible contenido social, pero me siento obligado a recomendar cierta cautela en la valoración. Es muy fácil hablar, y no muy difícil sentir, ante determinadas situaciones sociales. Lo difícil y realmente meritorio es actuar y yo en eso no destaco en absoluto. Soy uno más de los que nos dejamos llevar sin hacer realmente nada. La cierta amabilidad que puedo mostrar en mi entorno es en realidad muy cómoda. No es difícil ser amable cuando el esfuerzo es mínimo y el sacrificio nulo. Sí, quizá intento de vez en cuando aportar a quienes tengo cerca un gesto que pueda hacer la vida un poco más parecida a como debería ser, quizá cada vez lo intento más, pero ahí me quedo.

 

Sí, "melancólica resignación". Me lo quedo para describir este estado de ánimo. Con la resignación ahora mismo creo que no me queda otra. A veces intento eliminar la melancolía. Con todo, lo que escribí justo antes era peor; aquí las sombras se estaban ya diluyendo.