Sin saber

Tantas veces te espere

sin saber,

como daba vueltas el mundo

y tu caminabas

sin saber,

los ojos miraban

tan distraídos y nosotros

sin saber.


Cada vez que te miro

envolver la tarde

mientras hojeas tu libro,

me pregunto

donde estabas,

no hay nada que se compare

a no perderte de vista

mientras escribo.


Cuando los versos se escapan

así como huyen los peces

en los ríos,

yo te miro

y tú tienes todas las rimas

y guardas tantos sonetos

que hasta pareces

un cerezo florido

y eres mi río.


Nada me importa más

que verte ahí sentada

y me vuelo a preguntar

donde estabas

cuando mis ojos te buscaban

sin saber,

tu eres el poema

que no me cansare jamás

de leer.


Dichosa la esquina

de junio,

y esa tarde amurallada

en un atraso inconsciente,

cuando caminaba sin saber

y te encontré

o me encontraste tu

pero los dos supimos que hacer,

y envolvimos los años

y borramos historias

y los ojos se miraron una vez

y se encontraron

sin saber.​

 

Casí siempre es así, como ocurren las cosas más importantes, aquellas que dejan huellas, "sin saber", sin esperar. Y son esas las que te dejan el corazón lleno de pasos, de versos y de besos, pues pasaron por él, moviendo muebles, abriendo puertas...
Un destrozo descomunal, que se hace tan deseable que hasta del mirar perpetuo, se adueña..
Muy hermoso...
Saludos.

 

Cuando menos lo esperas, llega sin llamar, pero llega a llenar nuestro vacío.
Genial poema nos compartes mi Rey, Fuerte abrazo buen amigo.

 

Las cosas más hermosas (en ocasiones) siempre son las que suceden sin buscarlas, simplemente llegan para apoderse de nuestra alma y voluntad.
Grato pasar por tu bello poema, saludos cordiales

 

Gracias amiga por tan extenso comentario, me alegro que te guste, saludos.

 

Gracias Alfredo, cálidos saludos de Chile,. un abrazo

 

Ramiro , hermano gracias por tan cariñoso comentario, un abrazo.