La magia de la noche.

El recuerdo de aquel sutil perfume
en el largo esperar los cobijaba
con la noche secuaz bien empujaba,
al placer que entre besos se consume.

Amalgama de flor y amor, que asume,
del crepúsculo amante que besaba
la corola, y abriéndola le daba
su calor que inundándola presume.

Extasiado momento..., están unidos.
Los rodean de olores los arbustos,
las gardenias embriagan sus sentidos

y los huele de noche dan, adustos,
sus aromas que excitan esos fluidos
que perciben aromas muy venustos.

Felipe de Jesús Legorreta Levy.​

 

Parece que la noche afina los sentidos y nos llegan con más fuerza sus perfumes excitando estímulos amorosos.
Buen soneto nos presentas, amigo Felipe.

​

 

La noche nos envuelve con su manto y nos embruja con sus perfumes desnudando corazones y sentires.
Un placer pasear por tan hermosas letras
Fraternal abrazo Felipe.

 

Excelente soneto, estimado Felipe, tiene mi Apto.
Un cordial saludo.