Propio el desdén

De nuevo la noche cae, y su recuerdo ávido posa en toda mi frente

Enardecidas pasan las horas, pero fúnebres se desploman.

Vacío devenir parece la realidad que efímera se posa frente a mí.

El estar despierto (tarea antes fácil) se transformó en algo etéreo.

Sutiles pasaron los días y tristes se desmoronaron los atardeceres.

Abandono y desolación quedan en estas ruinas que fueron un corazón.

¿Qué esperaré de la mañana si todo esto produce una pesadez en mi alma?

¡Melancolía! Alzaré mi vista al cielo buscando ya alguna esperanza muerta.

Aturdimiento de la vida y despojo del alma ¿Qué es lo que deseo?

Esperaré con impaciencia, el sórdido destino, y al estupor del amanecer huiré.

Estúpido rechazo a la vida misma siento corriendo a través de mis venas.

Acercándose a mis pensamientos viene aquella idea del suspiro final.

Mañana será un día mejor digo para mis adentros, logrando calmar esta ira.

Lento cierro mis ojos y en el fondo guardaré otra vez más la nostalgia de ayer

 

Muy sentido este poema, donde los sentimientos parecen resistirse al olvido. El enemigo: esa nostalgia que abate el alma.

Buen poema.

Un abrazo.

 

Divinas letras excelentes, una maravilla de creación soberbia, magnífica inspiración suprema.

 

un gusto pasar por su poesía,saludos