Bienvenida, Moscovia heroica

Finalmente los cristianos ortodoxos se han armado,
y en Fenicia y en Asiria multiplican ya sus filas.
Vienen de Moscovia en auxilio del moro y del cristiano;
han sepultado victoriosos al soviético ateísmo.

Muchos blandos que a los crímenes sarracenos trivializan,
ya condenan a los rusos con tibieza altanera.
Aun así, el gigante de occidente se ha erguido,
y avergonzado del occidente envilecido, va a la guerra.

Después de décadas de odio propio, ha brotado al fin la dignidad.
La cordura vuelve a una nación de una fiebre ya recuperada.
Mientras al yanqui engripado lo pisotea la Revolución Sexual,
al ruso le regresan la salud, la fortaleza y valentía.

Siempre se castiga a quien dice la verdad.
-hace meses me condenaron por cantar la causa asiria-.
Pronto algunos progres se las darán aquí por perorar
la boca llena de ismos, de “libertad”, “igualdad” y de ira.

Desoiga pues, el ruso las críticas afeminadas de los progres de occidente,
y venza a eso que el yanqui enfermo al mundo ha traído.
Que los lobbys distorcionen con palabras lo que quieran;
nada quita a Rusia su virtud y su heroísmo...

 

el tema tiene tela, isidro. Siria es un país cuyo nacimiento fue fruto de los caprichos del imperialismo, como casi todos sus vecinos del oriente medio. Los crímenes cometidos por el gobierno sirio de bachar el asad son ciertos y fuera de toda duda; sin embargo, en todo se ven minimizados ante los crímenes cometidos por la monarquía saudí, la de los emiratos o la de catar, perpetuos aliados de británicos y norteamericanos. Los lazos financieros de estas monarquías del golfo, por cierto, se ligan sospechosamente con las abultadas cuentas de banco del califato de ISIS.

por eso el asunto es complicado. O no tanto. La campaña relámpago que están llevando a cabo los rusos -de los que yo no soy para nada fan - parece que ha dado un vuelco al estado de inmovilismo en que estaba quedando la carnicería de siria, donde al parecer la política oficial occidental era dejar que ambas facciones se descuartizaran entre ellas. ¿Para recoger luego los despojos?

ya veremos como queda. Saludos.

 

Buen poema Isidro, hay imperios menos peores que otros, pero la tendencia de expandir una hegemonía sin ser del gusto de pueblos ajenos sus ideas o doctrinas, siempre será reprobable. Un abrazo