Caer y otras formas de levantarse.

Hoy he acariciado a mis barrancos,
le he hecho el amor a mis murallas
y me he dejado acunar
por esa melodía azul
que tararea mi miedo cuando se despierta.

Hoy me he reconciliado
con los cristales rotos de mi espejo.

Hoy me he permitido perder
y en el dolor me he hecho
diez lágrimas
más fuerte.

 

No sé, pero tus versos me han hecho pensar en que el alma es como una espada que se afila con el dolor. Un gusto haberte leído.

 

Lindos versos capaces de abrazar el sobresalto para elevarse sobre ellos.
Ha sido un placer leerte. Un abrazo a la distancia

 

Buenos versos. Un placer.

 

Un dolor profundo que redime traen tus versos...
Siempre grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Yo no podría haberlo dibujado mejor me llevo esa imagen conmigo. Gracias.

Muchas gracias a todis por los comentarios .

 

Bien que las lágrimas te den fuerza si es lo que necesitas ahora. Confío en que con el tiempo encuentres que ese dolor y esas lágrimas te aportaron cosas más valiosas.

Es un poco triste afilar el alma; solo puedo sentir y respetar tus circunstancias. Quizá es preferible afinarla; no como espada, sino como un delicado instrumento. Y sí, es verdad que la espada es el arma de los paladines, pero siempre elegirían no tener que desenfundarla, si el mundo se lo permitiera, claro.