Tu voz y mi tristeza.

Anocheció
y el viento
ha comenzado a silbar
canciones tristes.

Y yo,
hundido en mis fracasos
le cuento
al vacío de mi cama
cuanto te quiero.

Le cuento de los kilómetros
que hay entre tus pestañas
y las mías.

De todos esos fracasos
que duermen en mi espalda
y que hay uno tan bello
que lleva tu nombre.

Arriba,
no hay estrellas
y la luna
hoy no quiere escuchar.

Noche triste
de mis amores
y decepciones.

Oscura realidad
que golpea mis recuerdos,
sobaja mis sueños
y devora al corazón.

¿Qué es tan difícil?
Parecería
que tu voz
ronda por mi tristeza.

Y la escucho
y la siento.

Tan cerca
que mi cuerpo vibra
y mis manos escriben.

-¿Qué es tan difícil?-

Y mi lengua se enreda
ante el reclamo
y mis dedos
estrangulan al bolígrafo.

Difícil es sacarte de aquí
de mi cabeza
y mis sueños.

Difícil
evitar que masturbes
mi poesía,
aún con tu ausencia.

Complicado quererte
y no tenerte.

Hacerle entender
a la distancia
el error que comete
al separar nuestras miradas.

-¿Qué es tan difícil?-

Lo repites
y el viento
se encarga de la música de fondo.

Y te busco,
debajo de la cama
o incrustada en tu retrato.

No me hagas esto
vida mía...

-¿Qué es tan difícil?-

Difícil es
hacerte el amor
con todo el amor
que cabe
en tu sonrisa.

Así.

Sin que estés presente.

(silencio).

 

Maravilloso poema. Entendible final,
Todo es una estupenda genialidad.
Felicitaciones Nicolás.

 

Agradezco enormemente tu comentario. Un abrazo.

 

Precioso poema, una sutil y bella melancolía envuelve tus versos y se me lleva con ella. Muy bueno amigo Nicolás. Un saludo. Paco.

 

Saludos amigo. Infinitas gracias por leer.

 

Creo que un poema debe atrapar al lector desde la primera estrofa, y mantener esa magia hasta el final.
Lo lograste, me encantó, es un hermoso trabajo .

 

Hermosas, muy hermosas letras.
Un placer leerte

 

Emocionantes letras preciosas, una divinidad.

 

Un enorme placer. Agradezco a tus ojos su paseo por mis letras.

 

Sin duda, el placer es mío. Te agradezco.

 

Un placer.