Sistema respiratorio del abismo

Como un pez
Que ve la vida escapársela en una burbuja
Así imagino un amor/
Uñas moribundas rasgando con desesperación
Una pared de abismo
Y caer
Con un abrazo triste de viento
Mientras toda el alma enamorada se desinfla
Con el último ruego en la boca.
Hay una música en la caída.
En la marea ondulante de la piedra
Con color de lágrima.
A tu vestido no le sale el paracaídas.
Mi corbata ajusta todo mi cuello con la caída.
Las manos siempre juntas.
El beso encaja en los dientes.
Todo el sentimiento ordenado en el aire.
Luego pasan los buscadores de amor
Con su cadencia de faro/
Respirando viento en la nuca de los restos
Y ahí
Regados nuestros nombres
Una música se escucha caer en lo oscuro
Para sacarnos a flote
Como una ventana que se abre en la nada
Para volver a inhalar y exhalar el abismo
Una y otra vez
Con amor.

 

Ayyy Marquelo, con amor hasta los abismos causan menos impresión, no siendo así con estos maravillosos versos que nos dejan sin respiración, originales y bellos caen melodiosos por ese precipicio de belleza donde el alma se aventura a sentirla de cerca. Me ha encantado leerte. Besazos con cariño y con admiración.

 

Tus poemas bien logrados, se me hace exquisita la lectura de principio a fin y aún con su toque de tristeza se saborea un gran poema. Saludos cordiales.