Dos esencias de una Flor

Solera de oro en pétalos de raso

abres tu corazón en esencia

eres la visión de mi ocaso

cercana en tu letanía sibilina

al compás de un viento cálido

llenas de primavera esta vida

tejiendo en ramilletes un horizonte

con paso de calado y tu certeza

no te recojo, tú misma como eres

dama de noche cerrada, invernada.


Vértices y puntas, talle y estambres

flor de un anacoreta, de magias

aguarda un corazón y pálida tez

visión de una jerga armónica

entre mis tangibles pétalos

que cada día me hacen perder

la que veía en los días

para quererte, con flores

tu agua derramas en mi raíz

y jamás dudo de mi estandarte.



Cristina Prieto Díaz. BANSHEE.

 

Bello y dulce el romanticismo que derraman tus versos amiga...
Grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Divinidad excelente de poesía maravillosa.

 

Muchas gracias por tu mensaje halagador.... Un gran abrazo.

 

La descripción es excelente, todo el clima del poema lo es.
Además, las flores amarillas son sin dudas especiales, como si fueran parte del sol.
Me encantó tu trabajo.
Saludos.

 

Gracias Cecy B, espero seguir escribiendo versos inspirados al amor, lo que mejor mueve el mundo. Un saludo afectuoso.