A quien, en efecto, le interese

Caminas una larga marcha
recorriendo la costa,
te detienes frente a la escollera
con una mirada de muchos años de profundidad,
un cigarrillo cuelga de tu boca,
el anotador sigue en blanco dentro del bolsillo del pantalón
y la lapicera sin pista alguna de desenfundarse.

En otra ocasión el mar y su inmensidad
te hubiese inspirado algunas palabras,
pero hoy simplemente piensas

que ya se han dicho​

muchas cosas sobre esa aglomeración de agua salada.

¿Qué más se puede decir
si la pólvora, la dinamita, la nicotina,
las cuchillas oxidadas, los mataderos,
el veneno, el alcohol, los ahogados y los suicidios
ya fueron inventados?

 

Queda aun mucho por decir... que perdure en nuestras almas la esperanza. Saludos poeta y feliz navidad.

 

Aunque parezca que todo se ha dicho aún queda mucho y es que cada persona lo ve y lo escribe de diferente forma. Ya llegarán las musas y re dictarán bellos versos pues un poeta no puede estar mucho tiempo sin escribir. ¡Felices Fiestas!

 

Excelencia maravillosa de arte soberbio, espléndida demostración.

 

Obvio que siempre hay cosas que decir, el tema está muchas veces en lo que realmente a uno le importa decir.

Gracias por visitarme siempre, Lourdes.


Un abrazo y felices fiestas para ti también.

 

A veces las palabras no quieren decir nada más, pero con esa intención sugieren lo que realmente las acongoja.

Gracias por tu paso, poetisa, en este humilde ensayo.

Un abrazo y un gran deseo de que tengas unas muy felices fiestas.

 

Verdaderamente, todo lo que escribimos no es más que repetirnos, lo único que hacemos es cambiar los modos y formas de decirlo. Lo innovador en todo su contenido es algo que no siempre surge.

Un abrazo, gracias y disculpa la demora de años en la respuesta.

 

Hay momentos en que uno quisiera arrancarle la cáscara a todo.
Y cuando se decide nota que al arrancarla, también se arrancan pedazos de uno mismo.
Esos son los momentos en que se crece.
O al menos eso creo desde mi ignorancia.
Como sea, buen poema.
Me llevaste hasta esa costa.
Hasta sentí la sal en el aire.

Saludos.
Luis