El Otoño y el Ciruelo Semiseco

El Otoño y el Ciruelo Semiseco

El otoño y las almas
se desemperezan con el frío viento,
para supurar las rugosas asperezas
que se forman en el alma de las futuras
y delicadas...primaveras,
esas que se llevaron los fuertes vientos
de la vírgen y golpeada madre tierra,
para hacer renacer a los viejos árboles
con la savia nueva,
con las abundantes hojas verdes y secas
caídas en el suelo del otoño nunca serán
las mismas hojas que tiró el viento,
donde en el mismo árbol nacerán otras nuevas
en la siguiente primavera con la sonrisa ingenua...
de la sabia naturaleza,
son esas ciruelas secas y tiernas las que dará
con sabiduría el pobre árbol del ciruelo semiseco y viejo.,.
como el tiempo.

Autor: Ángel San Isidro
Todos los Derechos Reservados​

 

Magnifica sueños helados,
los de la primavera deshumanizada,
porque la sabia, no inunda la tierra.


Mi respeto y admiración, no puede decir más por su obra,
por su dedicación y por el esfuerzo y sensibilidad que
trasmite en sus lectores. !gracias!

 

Las hojas caídas, forman parte de bazofia maloliente, guarida de alacranes
vendrá el renuevo nos dará fruto. Buen poema amigo Ángel, fuerte abrazo.