El extranjero

Llevo dentro de mí
un paisaje que ya no existe,
una tierra proscrita
que se desangra en la ceguera,
en la abisal mirada de la derrota,
que apenas sobrevive
a la memoria de los ausentes,
que agoniza en el recuerdo
de los sin nombre.
Ahora, bajo otro cielo,
donde el respirar de la tierra
se siente distinto,
lloro mi tierra
al pie de la distancia,
en esa lejanía
que nubla la mirada,
con la llama del luto
sostenida en mi mano,
con el beso postrero
que en mis labios se queda
para exorcizar el duelo;
mas no hay plegaria
que redima al silencio
de la tierra que muere
de sus hijos ausentes.

 

bellas letra que emanan nostalgia.
saludos de Anthony

 

Bueno este poema pleno de morriña.

Un saludo cordial.

 

Excelencia en la divinidad del arte precioso y profundo, intenso y hermoso.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Es un gran placer haber leído tu poema. Mis aplausos.

 

Profundo y sobrecogedor tu poema amigo y colmado de bellas imágenes...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Lejanía, tristeza y severidad, eso encuentro yo en tus versos, y así es en verdad cuando estás lejos del terruño, mas no hay que olvidar que la madre tierra es una sola, redonda, azul, frágil, colgada en la inmensidad del universo y que todos somos sus hijos, aun en las antípodas. Si pudieramos mirarla desde la luna, seguramente no veríamos los muros, ni las fronteras que ponemos nosotros, la humanidad.

saludos cordiales

 

Muchas gracias, Anthony. Un abrazo

 

Muchas gracias, Luis. Un abrazo

 

Muchas gracias, Maestro. Un abrazo

 

Muchas gracias, Ludmila. Un abrazo.

 

Muy amable. Gracias, Nancy. Un abrazo

 

Muy agradecido, Giovanni. Un abrazo

 

Muy agradecido, Luzyabsenta, por tus estimulantes palabras. Un abrazo