Somos Madrid

​

En recuerdo de un día que nunca debió de existir



Ayer nos echamos a Madrid

como un tren vivo

rumbo a todos los sitios

con destino a la historia.

Y llenamos las calles

de miradas sin miedo.

Renuncio a las banderas

y a los himnos pautados,

mas hago mía la espalda

del que marcha delante,

como mi espalda acoge

la libre mirada

del que marcha conmigo.

Somos pueblo con apellido

y con nombre:

Libertad nos llamamos

y de Madrid hoy todos somos.

Nadie nos quitará nunca la calle

puesto que la calle es nuestra.

Las ciudades son nuestras

y si en ellas vivimos

en ellas moriremos

pero siempre de pie,

mirando hacia el frente.

Que nos maten unidos

con las carnes trenzadas

en una sola carne.

Con destino a la historia,

rumbo a todos los sitios.

Somos el Pueblo

con Nombre y Apellido:

Libertad nos llamamos

y de Madrid hoy, todos somos.

Hemos espantado el miedo

y llenado las calles

de esperanza y de vida.

Ganadas a pulso

mano sobre mano,

hombro contra hombro.

Pueblo, de Madrid.

Pueblo Soberano.

Nunca amordazado.

Nunca víctima de nadie,

de pie siempre,

siempre hacia delante.
​

 

¡Larga vida a los pueblos que se atreven a ser libres!

Un abrazo, compañero. Gran poema.

 

Se respira esa libertad en cada verso y va creciendo paralela al dolor por todos aquellos que nunca mas recorrerán las calles de esa maravillosa ciudad. Magnífico poema L. de Pablos , ojalá nunca se repita un 11 M como el del 2004.
Abrazos Poeta

 

Gracias, Cesar. un abrazo

 

Siempre agradecido por tus comentarios, Valen.

Un abrazo

 

¿Cómo les va a importar una mierda a esa basura terrorista acabar con la vida de tantas personas inocentes, que iban en un tren a trabajar, cuando lo hacen constantemente con su propio pueblo?
Como madrileño y como ciudadano del mundo aplaudo tu poema homenaje, Luis. Un abrazo, amigo.

 

Cantas a la libertad y lo haces como debe ser, en la calle y con el pecho al descubierto.
Siempre fue Madrid una ciudad abierta a todas las culturas y a todas las gentes. Que lo siga siendo más allá de los fanatismos y de las banderas.
Un saludo, compañero, y encantado de leerte.

 

Hay días que jamás deberían existir. Han pasado ya bastantes años pero aún recuerdo el impacto que me causó el oir la noticia. La escuché en la radio cuando iba a trabajar. Toda España estaba conmocionada.

Me gusta a mucho el homenaje que le haces a esas pobres víctimas inocentes y a quienes todavía siguen sufriendo las consecuencias. Pero pienso también que no podemos olvidarnos de tantas otras personas que mueren todos los días en otros países, en lugares remotos del planeta, personas que no han hecho nada para morir de manera tan cruel.

Ningún pueblo debería soportar esas masacres marcadas por la intolerancia y la sinrazón.

Un abrazo, Luis.

 

Gracias, Maite....Este poema lo escribí después de la manifestación que se hizo...estuvieron a punto de matarnos a mí y a mi mujer...Llevábamos un año viajando en ese tren, a esa hora. Un mes antes del atentado lo dejamos de usar por motivos de salud...¡Bendita enfermedad que hiriéndonos, nos salvo la vida¡.

No puedo con esto de escribir desde un ipad...luego desde casa continuaré.

Un abrazo y gracias

 

No hay coincidencias en la vida, no era vuestro momento y yo me alegro muchísimo.

 

Muchas gracias por tu cercanía, Alonso.

Un abrazo.

 

Es cierto...cómo... Terrible la certeza...

Un abrazo, Luis, y muchas gracias.

 

Puede ser, puede ser, quién lo sabe. Yo con el tiempo, he ido adoptando cierto grado de fatalismo en base a eso que llamamos coincidencias, como esta que he contado. Claro que, qué más da; las cosas suceden y pasan...

Un abrazo, Maite, con cariño.

 

Fuera fatalismo, destino o casualidad, el caso es que la vida se quedó a vivir con vosotros y fuisteis afortunados.
Me alegro.
Me gustó tu poema.
Un abrazo.

 

No da igual. Quizás podrían evitarse alguna de esas "fatalidades".

Entiendo lo que me quieres decir, lo entiendo mucho más de lo que te puedas imaginar.

Otro cariñoso abrazo para ti.

 

Gracias por todo, Era.

Un abrazo

 

Gracias, Antonio.

Un cordial saludo.

 

Encantado estoy de leer tu homenaje por las víctimas que sufrieron ese terrible atentado.

Un abrazo grande, poeta.

 

Oleee, Torero, bellísimo homenaje, felicitación por tu poema y por tu tierra; grandiosa por sus letras y por sus espadas.

 

Tu poema es un grito por las víctimas de ese injustificado y cobarde atentado; un saludo

 

Un abrazo grande también para ti, danie, y mi agradecimiento por tus generosas palabras.

 

Gracias, homo, me alegra que te hayas entusiasmado tanto .

Un abrazo.

 

Era una terrible sensación. Fue angustioso, casi asfixiante. Tendrías...yo trabajaba muy cerca de la estación de Atocha y como decía, tendrías que haber oído las sirenas de las ambulancias -sonaban de otra manera-, las caras de las gentes por las calles -eran otras caras-; había gente que iba llorando. Otros parecía que no veían nada. Unos casi corrían, para alejarse de aquello que sabíamos estaba sucediendo en los andenes, detrás de las tapias que cercan la estación. Otros sin embargo, parecían ebrios y andaban despacio, sin saber a dónde ir...

En las manifestaciones, con las campanas al vuelo, el atronante silencio que brotaba de un inmenso Madrid lleno de gente echada a la calle, sin distinción de ningún tipo, fue algo casi poético, pero tan triste, tan horrorosamente triste.

Son de esas cosas, como cuando el 23F, me asomé a la calle Jovellanos, mi despacho está en la calle Los Madrazo, y allí al fondo, en la entrada trasera del Congreso de los Diputados, y vi a los números de la Guardia Civil bloqueando las puertas. Fue escalofriante...Recuerdo que dejé mi mesa tal cual estaba, llena de papeles y marché hacia mi casa con una fría sensación de que algo ya vivido podía repetirse... .

Son cosas que no se olvidan. Son cosas de las que nunca te dejan olvidarte.

Un abrazo y gracias, Julia.

 

"Hemos espantado el miedo
y llenado las calles
de esperanza y de vida."

Así venceremos a todos los que quieren matar a la vida en libertad.

Un abrazo solidario desde Madrid.

 

Tenías que vivir más, sí es cierto...

Muchas gracias, Isabel. Desde el recuerdo de un dolor, siempre se ve la vida de otra manera.

Un abrazo.

 

Gracias a ambos y perdonad mi tardanza en contestar a vuestras amables y cariñosas palabras. No ha sido por desidia, es por que tengo la cabeza en muchos sitios y está claro que no doy para tanto.

Un abrazo a los dos; poetas y compañeros de este precioso espacio que compartimos en libertad.