Días de Negro.

Escucho el viento,

No tiene piedad,

Otro moño negro,

Y nueve días orar.


Solo planos en gris,

Un entorno que lastima,

Cuando vendrán por mí,

Cuando será ese día.


La locura que aparece,

En un mundo que hiere,

Cualquier día es bueno,

Para vestir de negro.


Un estigma conocido,

Con vacíos infinitos,

Y prolongar el delirio,

Ausencia del espíritu.


Al doblar de campanas,

Con el cuerpo inerte,

Y la lluvia que no para,

Una minoría atiende.


La bendición de ignorancia,

Y las cabezas que giran,

Cuando parara en tu casa,

Cuando será ese día.


La carroza da vuelta,

Por toda la ciudad,

La procesión que reza,

Como algo habitual.


Aquí vienen,

Y todos ceden el paso,

Podrías entre ellos perderte,

Si estas vistiendo adecuado.


Día de negro.

Todos sabemos,

Ha de llegar con sigilo,

Aquel final tan temido.


No se admite el bullicio,

Se supone ofende al difunto.

Que no tuvo ningún vicio,

Y todos veneran tan puro.


Ahí van,

Doblando la esquina,

Cementerio municipal,

Aunque no tenga ya cabida.


A quienes más les afecta,

No están en la concurrencia,

Guardan luto a su manera,

Y al psicólogo le cuentan.


Lograras la primera plana,

En el periódico local.

Recibiendo aquella bala,

De una absurda sociedad.


Muchos días de estos,

Para tus enemigos.

Puede sonar funesto,

Pero tú desearías lo mismo.


Todo aquí es un negocio,

Hasta el último resuello,

Muerto si vales un poco,

Del sermón al cementerio.


Si pasas frente a una funeraria,

Jala tu cabello por superstición,

O no te sorprenda que mañana,

Empeore en extremo tu condición.


Ah esos días de negro,

Quien podría salvarse.

Si Jesús baja de nuevo,

Nos evitaría ese trance…

 

hay días bueno y malos pero así es la vida un mar lleno de misterios y cosas sin resolver.
saludos. un consejo hay un exceso de mayúsculas en su poema.