En el café y el ocaso

En el café y el ocaso


Olivo del alma mía
verde como la esperanza
en surcos de poesía
creí que lo conseguía
y no concibo olvidanza.

Intento presto el olvido
entre la jara y la pena
y todo paso es fallido
retorno al fulgor que anido
de su mirada serena.

En el verso y en el huerto
en el café y el ocaso
amargo sabor advierto
en un desatino incierto
solloza el mío parnaso.


Rafael Llamas Jiménez​

 

Que bonito y bien compuesto tu poema. me gusta mucho tu idealismo abierto. El idealismo de siempre que bien puede ser representado en el monte Parnaso. Recibe un saludo muy cordial.

 

Muchas gracias, Matias, por tu lectura y por tus palabras. Muy agradecido siempre por todo.
Saludos

 

Me gusta como desarrollas el paisaje del alma y lo llevas hasta los versos con toda tu melancolía y ese bello toque de tristeza que brinda la inolvidable emoción. Un bello poema que disfruto leer. Un abrazo cordial.

 

Muchas gracias Nancysant, por tu lectura y por tus palabras. Muy agradecido siempre por todo.
Un abrazo