Flagelo de catorce muertes

Catorce caricias que la humanidad se niega,
catorce juramentos de vida traicionados,
catorce devastaciones en la esperanza maltratada,
catorce heridas sangrantes
que hoy me marcan más que tantas otras.
Catorce lágrimas que no vacían ni llenan
este dolor incontrolable.
Catorce ángeles quedan en la tierra
como cenizas de espanto
que nos alimentan.
Catorce estrellas apartadas del firmamento,
catorce estrellas muertas,
catorce luces póstumas que aún apelan
contra el sufrimiento.


Álvaro del Prado
Galapagar (Madrid), 1 de diciembre de 2015.


En memoria de Abdul Maqsood, Abdul Nasir, Abdul Salam, Abdul Satar Zahir, Aminulá Bajauri, Lal Mohamed, Mohamed Ehsan Osmani, Mohibulá, Najibulá, Nasir Ahmad, Shafiqulá, Tahsil, Zabiulá y Ziaurahman; trabajadores muertos durante el bombardeo al hospital de trauma de Médicos Sin Fronteras en Kunduz el 3 de octubre de 2015.

http://www.msf.es/noticia/2015/en-m...on-en-ataque-al-hospital-trauma-msf-en-kunduz

 

Escuché a noticia. Felicitaciones por tu aporte. No quiero dar opiniones disparatadas. Solo vi la noticia de pasada. Pero debe ser una gran injusticia como tantas otras que pasan a diario. Un abrazo.

 

Gracias, Enzo, por tu compañía en este solitario homenaje. Me gusta cómo me suena tu comentario un poco a "si a ti te importa a mí me importa". Eso es valioso.

 

Un gran gesto tus letras. Cualquier muerte es lamentable y una gran pérdida, aunque sea por episodios militares de guerra. Nuestro país lo sabe bien y no deberíamos olvidarlo, ni por parte de los que provocan, y menos aún por parte de quienes se atreven a atacar. Un abrazo.

 

Un gran poema humanitario estupendo por una gran causa.

Cuando viajas por el mundo atendiendo en cualquier tipo de situación de riesgo a las personas cuentas conque puede que jamás regreses a tu casa (hablo de voluntarios desarmados y pacíficos y no de soldados o mercenarios) pero lo más triste de este caso es que los asesinados no venían de ningún sitio porque eran en su gran mayoría oriundos de la zona, para colmo, pastunes de Pakistán, un pueblo que lleva sufriendo la guerra treinta años.

Ahora viene el desenmascarar a los asesinos, no esta vez no hay ISIS detrás ni milicias incontroladas, las bombas carniceras fueron lanzadas por la USAF, aviones norteamericanos que en un operativo donde no se sitúa ningúna concentración de tropas combatientes se lucieron bombardeando este hospital de MSN y asesinando a catorce de sus trabajadores:


no contentos estos asesinos de estado se entretuvieron en ametrallar con sus máquinas de matar a las personas que huían del destrozado hospital donde algunos de los pacientes se calcinaron en sus camas, total 14 trabajadores de MSF asesinados y 17 civiles entre pacientes y personas ametralladas desde el aire en el exterior. Además se contean alrededor de 30 heridos, muchos gravísimos.

Este es el humanitarismo del que hacen gala las tropas de los USA en su lucha contra el terrorismo. Pero igualmente penoso es que a estos asesinados se les llame víctimas colaterales y que se justifiquen estos crímenes iguales al asesinato del periodista español José Couso diciendo que son equivocaciones y no terrorismo de estado, asesinatos sobre población civil desarmada y no beligerante. Luego hay quien dice con la boca muy abierta que HAMÁS que para causar este número de víctimas necesita años es una organización terrorista tremenda cuando comparados con las barbaridades cometidas por el ejército de los USA y sus amigos fundamentalistas judíos de Israel parecieran la virgen María.

Por cierto los tribunales españoles siguen esperando que nuestros aliados yanquis nos extraditen a sus tres militares presuntos asesinos de Couso, pero parece que los crímenes de lesa humanidad como el cometido Kunduz y que no prescriben nunca se los pasa el estado norteamericano por la entrepierna, como siempre han hecho.

Es curioso ver a los genocidas atómicos y los partidarios de su régimen armamentístico pretendiendo tener la exclusiva para hablar de DDHH cuando los violan constantemente.

Para poner un símil hispano nos valdría Martín Villa, un ministro español de la presente monarquía reclamado por la justicia argentina en un sumario contra varios españoles supuestamente responsables de crímenes de lesa humanidad. Este ministro franquista travestido a demócrata cuando la policía española disparo más de dos mil veces en la actual capital del País Vasco produciendo cinco muertos y centenares de heridos algunos muy graves se despacho diciendo: "lo nuestro son errores, lo suyo son asesinatos", aún no alcanzo a comprender bien que quiso decir aquel franquista con eso de "lo suyo" referido al movimiento autónomo de la ciudad vasca pues no eran más que civiles desarmados con la fuerza de la razón, lo suyo era lucha obrera pacífica con el único arma de la huelga y no asesinatos.

Bueno ahí queda:


esta es la labor humanitaria que se dedican ha hacer los yanquis por Oriente. Por cierto el estudio que cuenta lo que paso fue el de MSF, el de los gringos una sarta de mentiras similares a las que hacen cuando uno de sus drones arrasa una pequeña aldea o causa "daños colaterales" (llo que no entiendo es por qué los llaman colaterales cuando sólo perjudican a civiles inocentes de un solo lado... será porque unos los causan y otros sufren.

Un abrazo cordial Álvaro y excusa que me haya puesto en plan periodista de información con el asunto. Enhorabuena también por el magnífico enlace.

Un abrazo.

Jon

PD: la supresión de los ejércitos y la fabricación de armamento es la primera medida a tomar. Para colmo Afganistán en manos gringas desde hace años es el primer productor de heroína del planeta con la total permisividad de las agencias antidroga tipo DEA... esto huele que apesta.

 

Muchas gracias por acompañar, José. En este caso, que sea por eposodio militar no es un paliativo; es precisamente una violación de las Convenciones de Ginebra lo que se pone sobre la mesa para que se investigue.

 

Yo creo que nadie espera que se contenga la indignación en estas situaciones y menos en un portal de poesía, donde expresamos emociones con toda la intensidad que nos permite nuestro inevitablemente limitado dominio de la palabra.

Sé que no soy consciente de todas las atrocidades que ocurren en el mundo, ni pretendo ser una voz que pueda denunciarlo todo, pero si la visión de que haya personas, verdaderas personas, humanos en el más maravilloso sentido que se le pueda imaginar a la palabra, esforzándose contra el sufrimiento, me emociona, me da esperanza, que sean asesinadas por eso, me destroza. No sé si soy capaz de concebir cómo será el dolor de quienes han sufrido esta pérdida de cerca.

Es muy bienvenida tu compañía aquí, Jon, y mcuhas gracias por incluir las fotografías. La última noticia que he leído confirma 42 víctimas (14 trabajadores de MSF, 24 pacientes y 4 acompañantes); esto sin contar la privación de la atención médica a la población al destruir el hospital.

 

Lindo homenaje, recién leo este poema. Gran sensibilidad y a la vez una voz que se alza contundente reclamando paz.

 

Toda compañía es especialmente bienvenida aquí. Ese suceso me impactó especialmente.

 

Acabo de ver tu poema y aunque el tiempo haya dejado paso a otras masacres es necesario no olvidar todas las huellas de desastre que nos van quedando en el alma.
Ante la impotencia de la sinrazón, caben pocas cosas..., pero denunciar es importante.

Te dejo un abrazo Álvaro.

Palmira

 

Es posible que sea una de esas cosas que cada vez que pienso en ella me hace llorar.
Gracias por estar aquí, Palmira. Las presencias amistosas se ven muy especiales cuando uno se encuentra emocionalmente vulnerable.

El mismo abrazo para ti,

Álvaro