A la lluvia - Jesús Hilario Tundido

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A la lluvia. Jesús Hilario Tundidor.

Dedo sutil, ribera en sombra,
panal entristecido, estambre
para tejer los sueños, nuca
desvoleada sobre el aire,
lluvia torcaz, ganso extendido,
¿desde qué horas y qué sangre
desde qué muerte
y qué silencio
caes despoblada y despoblándome?
¿Desde qué cerro del olvido,
desde qué cumbre o lenta tarde
tantas memorias encendidas
entregas bajo tus instantes?
Lavanderías de penumbra,
agua de humilde voz sin madre,
río de noche, lluvia amiga,
bajas a misericordiarme
como si fuese un campo abierto,
como si un mar, como si un polvo
que tuviera que limpiarse.

Humildemente en la nostalgia
de cuerpo y sombra, en el alambre
de la vida, humildemente,
desde cualquier lugar o parte
veo tus pechos femeninos
de palomar, caer y sembrarme.
Húmedo amor de honda tristeza
de tibia leche y de panales,
ceniza triste, en esta hora
siento la vida con la carne,
siento la altura desolada
y el agua amarga de los cauces:
¿Todo retorna y es de nuevo?
¿Todo es eterno e invariable?
Lluvia torcaz, oh generosa
todo lo enseñas tú y lo sabes
todo lo tienes en tus manos
todo lo entregas para nadie.
Para saber que estamos hechos
de sueño y polvo y humo y aire

 

¡PRECIOSA! Suena muy bien oírtela recitar. Es muy triste y nostálgica, pero también me suena a entrega, entrega total.
Magnífico cierre.
Es una pena que no se leen los poemas que no están compuestos por el propio miembro del foro. Esta no tiene desperdicio.

Esta para ti, de Juan Ramón Jimenez:

¡Qué cerca ya del alma
lo que está tan inmensamente lejos
de las manos aún!

Como una luz de estrella,
como una voz sin nombre
traída por el sueño, como el paso
de algún corcel remoto
que oímos anhelantes,
el oído en la tierra;
como el mar en teléfono...

Y se hace la vida
por dentro, con la luz inextinguible
de un día deleitoso
que brilla en otra parte.

¡Oh, qué dulce, qué dulce
verdad sin realidad aún, qué dulce!

 

Un bello poema, y un lindo fondo musical (Yanni).
Con un mensaje recordatorio sobre el final que se pisa cada día.

Saludos.

 

Vaya poema, Maite. Qué bello regalo. Gracias.

Un abrazo.

 

¡Qué bonita esta lluvia!, nos constituye y de alguna manera como el querer nos libera, a pesar de la nostagia y de las sombras.
Encantada de leer a Jesús Hilario Tundido y Un placer escucharte Luis de Pablos
Abrazos de domingo

 

Gracias dragón. Me alegra que te haya gustado.

Un cordial saludo.

 

Encantado yo con las dos cosas: Con que te guste el poema de Hilario y con que hayas disfrutado con mi recitado.

Un abrazo dominical y mi agradecimiento, Valen.

 

No te mereces menos.

 

Muchas gracias, Mave, eres muy amable conmigo.

Un abrazo.

 

Placer pasar y escuchar tu declamación, Pablo. Realza la belleza y el mensaje del poema.
Un abrazo.

 

Gracias, Engel.

Un abrazo.

 

En muchas ocasiones disfruto mucho más leyendo que escribiendo. Lo que teniendo en cuenta, como en este caso los elementos existentes, es lógico, porque nunca alcanzaré la altura poética de Jesús y para mí, una manera aún más intensa de disfrutar de un poema es leyéndolo y declamándolo. El que lo haga mejor o peor ya es cosa vuestra: De mis amables amigos como tú, querida Isabel.

Gracias por tu comentario. Un gran abrazo.