Bola de cristal

Me puse a mirar tu reloj detenido sobre el tiempo,
y la gaviota pasea
sobre la llanura de mi sol sin playa,
mientras la cafetera rechina en la cocina.

Recordé aquella primavera,
la única no prohibida,
donde tus manos eran huellas
tatuadas a un olvido.
Y te sentí menos
huérfana,
de los dioses
no extintos.

Presentase la culpa
estrujase el camino.
Te llenaron de nubes y
de invierno vitalicio.

Y corrí mas no sé dónde,
detuviese mi brazo extendido,
cobijé mis alas
entonces presas
inmoladas al destino,
mi amor siempre mendigo.

 

Brisi, excelentes versos. En mi opinión compaginas muy bien la vida cotidiana con la poesía, como al rededor de lo práctico pululan lo que en más de una ocasión nos llama y que no le hacemos caso. Recibe un saludo muy cordial.

 

Es una maravilla de autentico y profundo sentimientos que despliegas magistral en tus versos , ... aplaudo tu genio y arte

 

Gracias Matias por ser lector una vez más de mis letras. Me gusta ver quién de verdad las comenta porque les gusta no para que les comenten a cambio. Saludos

 

Hola Rei Regis, gracias por acercarte hasta mis letras, me alegro sean de tu agrado. Ayer me he confundido de escrito... Saludos

 

gracias compañero, siempre regalando tu luz en mi espacio. Saludos