Un viaje interior

​

"Conócete a ti mismo"
(frase atribuída a varios sabios de la antiguaGrecia )
---------------------------------
"Si te conoces demasiado a ti mismo, dejarás de saludarte."
(greguería de Ramón Gómez de la Serna)
---------------------------------​

Un viaje interior

En un viaje interior a mis esencias
vi mil facetas mías reflejadas,
vi mis rotundos todos y mis nadas,
vi mi completo yo con sus carencias;

vi la totalidad de mis principios,
mis variadas escalas de valores,
éxitos pocos, vi más bien errores,
vi mis malos poemas con sus ripios.

A lo más insondable, os lo aseguro,
llegué por intrincados recovecos,
grité mi nombre y escuché los ecos,
el eco del vacío es lo más duro.

Volví del viaje al fondo de mi ser
pequeño cual cabeza de alfiler.

---------------------​

 

No hay juez más duro de uno mismo, estimado JMacgar, que uno mismo.
Tu excelente soneto, es implacable con tu yo interior,
como seguramente no lo es nadie que te conozca a través de tus escritos;
Siempre tienes temática variada e interesante
y la introspección es una de ellas;
No es fácil encontrarse a sí mismo y menos definirse
ya que todos somos una mezcla de los éxitos y fracasos
que forman nuestra lucha por la vida y el deseo de mejorar.
te felicito por este soneto inglés, tan bien logrado.
Un saludo cordial,
Eduardo

 

Comentar este soneto después del maestro Eduardo, puede resultar algo osado. Sin embargo diré que no puedo estar más de acuerdo con él, en especial, cuando señala lo implacable de tu pensamiento para con eso que se ha dado en llamar el yo. Ya quisiera que mis letras tuviesen los ripios de tus poemas. Prefiero seguir este comentario con la ayuda de Juan Ramón Jiménez que en su soneto "Otoño" dice lo siguiente

Esparce octubre, al blando movimiento
del sur, las hojas áureas y las rojas,
y en la caída clara de sus hojas
se lleva al infinito el pensamiento.

¡Qué amena paz en este alejamiento
de todo, oh prado bello, que deshojas
tus flores, oh agua, fría ya, que mojas
con tu cristal estremecido el viento!

¡Encantamiento de oro!¡Cárcel pura
en que el cuerpo, hecho alma, se estremece,
echado en el verdor de una colina!

En una decadencia de hermosura,
la vida se desnuda, y resplandece
la escelsitud de su verdad divina.

Con mi abrazo fuerte.

 

que bello todo cuanto escribes, que bello,marga

 

Plas, plas, plas, plas, plas, plas, plas, de pie te aplaudo. Y luego, sombrero en mano, y rodilla hincada en tierra, te rindo pleitesía, de caballero a caballero. Y no es ni banal elogio, ni burdo peloteo, que ya me conoces, y sabes que solo elogio lo elogiable.
Has bordado, enhebrado, tejido, pincelado, un soneto de altura, con verbo preciso y precioso, con ritmos ajustados, con una riqueza retórica de antología ("mis rotundos todos y mis nadas""--- ""mi completo yo con sus carencias"", solo por poner dos ejemplos, pues todo el poema está pleno de esa riqueza retórica).
El mismísimo inmortal, lúcido, e ingenioso, Don Francisco, hubiera firmado este soneto como suyo, pues así es de grande tu soneto, evocando la grandeza poética y retórica del siglo de oro español.
Un enorme abrazo, querido amigo y maestro.

 

La introspección es también una buena fuente de inspiración como bien apuntas Eduardo. Agradezco mucho los comentarios que me has dejado y te mando un saludo con sincero y afectuoso agradecimiento.

 

Salvador, el que incluyas en tu comentario ese hermoso soneto de mi tocayo es un motivo más para quedarte muy agradecido por tu presencia en este poema. Me ha venido de perlas volverlo a leer, amigo.

Un abrazo.

 

El mirar hacia dentro es duro pero enormemente enriquecedor, Juan. Esto es propio de personas con el espíritu inquieto y con una actitud crítica hacia las obras y las acciones de uno mismo. Esto en sí es bueno, en mi opinión, pero también lo es perdonarnos a nosotros mismos y tratarnos también con compasión.
Me gustó tu poema y el verso final resume bien el resultado de esa mirada interior. Somos pequeñas gotas de un vasto universo y muchas veces nos creemos tan importantes......En fin, somos humanos, Juan.
Un saludo cordial, admirado poeta.

 

La verdad es, José, que tu muy entusiasmada forma de comentar este soneto empezando con aplausos me deja algo ruborizado, sobre todo esa comparación final con el inmortal don Francisco (santo muy de mi devoción, por cierto). Gracias te doy por ello aunque me parezca bastante exagerado.

Por otra parte te diré que siempre me han admirado los escrupulosos y certeros análisis técnicos que te leo, no solo en mis trabajos sino en el de otros poetas que visitas pues te diré que suelo seguir tus comentarios.

Yo tambien te mando un enorme abrazo volviéndote a gradecer tan gratificantes palabras.

 

Gracias de veras, Marga y no te lo digo de forma rutinaria, te lo digo de corazón: gracias.

Un afectuosos saludo.

 

Me ha gustado su introspección y su auto crítica. Pocos son los que lo hacen, y mucho menos los que atreven en escribirlo. Enhorabuena poeta. En cuanto à la forma del poema, yo no puedo decir nada, solamente que me ha encantado. Sinceros saludos Amarilys

 

¡Hola Luis!, te estaba echando de menos, más por tus poemas que hace tiempo no leo que por tus certeros comentarios, por los que también me alegro de verte volver.

Este soneto me vino soplado por la musa de la introspección, que es una que me suele canturrear de vez en vez; no hay que tomárselo sino como un ejercicio de ficción más por donde las musas suelen llevarme.

El conocimiento de uno mismo es un verdadero misterio que no creo que la persona, por reflexiones propias, pueda conseguir. El "cómo es uno mismo" vendría a ser una extraña amalgama de tres puntos de vista: por un lado estaría lo que nosotros pensamos sobre nosotros mismos, por otro está lo que piensan los demás sobre nosotros y por otro lo que nosotros "creemos que piensan los demás sobre nosotros", lo cual influye también mucho en nuestro comportamiento, sin duda; esos tres puntos de vista no tienen porqué ser coincidentes, y de hecho no los son la mayor parte de las veces.

No se pueden hacer afirmaciones rotundas al respecto en este tema sobre todo después de Freud y, más actualmente, de los últimos avances en psicología. Lo digo depués de haber leído algo al sicólogo Steve Pinker que ha escrito mucho sobre sicología de la mente, psicología evolucionista, psicología experimental, ciencia cognitiva y lingüística en sus libros El instinto del lenguaje, Cómo funciona la mente, Palabras y reglas y La tabla rasa (este último me resultó apasionante).

En relación a lo que me dices del uso impersonal del verbo haber, ese es un asunto que me ha hecho caer frecuentemente en errores de uso. Te agredezco el apunte; he modificado el verso con ese motivo.

Gracias de veras por la visita y por el comentario.

Un cordial saludo.

 

Ya somos dos los fieles del inmortal Don Francisco, jajajajajaja.
Gracias por esas palabras referentes a mis análisis en comentarios a poemas tuyos y de otros.
Bueno, respecto a que exagero, jajaja, no, ni hablar, no exagero, para nada. Tu poema, este soneto, es enorme en su contenido y espléndido en su continente, y es digno de mis aplausos y de mi positivo análisis, no lo dudes.
Un enorme abrazo, querido amigo.

 

Saludos Juan Ramón
Ha sido grato la lectura de tu poema donde reflexionas antes los errores que todos tenemos en la vida

Un abrazo

 

Luis, he añadido a posteriori (hoy mismo) dos citas que tienen que ver con el contenido del soneto y que encabezan el mismo debajo de la imagen y antes del título; creo que la segunda te gustará especialmente porque sé que te gustan las greguerías y esa de Ramón Gómez de la Serna es extraordinariamente ocurrente y algo tiene que ver con eso que dices de la compasión, porque hay veces, después de algunas reflexiones, que uno se queda sin ganas de dirigirse la palabra, al menos durante un tiempo...

Gracias de verdad por tu paso y atento comentario.

Un cordial saludo.

 

Disculpa antes que nada mi retraso en contestarte, Marah, sabes que me pasa con frecuencia, y me duele sobre todo que me suceda contigo que eres seguidora fiel de lo que edito.

Aprovecho esta oportunidad para felicitarte muy sinceramente en este señalado día de Navidad, estimada poeta y agradecerte mucho el comentario que me dejaste aquí.

Un afectuoso saludo.

 

Siento no haberte contestado antes, Amarilys, pero me acabo de dar cuento hoy de mi despiste; sabrás que me sucede con frecuencia esto y espero sepas disculparme.

Te agradezco mucho tu comentario; Yo creo que lo importante es que, aunque el lector no esté muy puesto en la técnica de la poesía clásica, el mensaje del poema "le cale" y le guste, que creo que es tu caso.

De nuevo mi sincero agradecimiento junto a mis disculpas por el retraso..

Un cordial saludo.

 

Un soneto grandioso, tanto en su estructura como en su contenido.
Nada como ese viaje a nuestros adentros, para darnos cuenta de cuanto nos conocemos y cuanto nos desconocemos.
Me encantó leerte.
Un abrazo.

 

¿Pequeño cual cabeza de alfiler?... Hay que ser grande, para tener la valentía, de mirarse adentro.

Un abrazo compañero.

 

Wowwww!!! Para reflexionar y saber quienes somos en realidad. Un placer leerte.
Abrazo.

 

Tu comentario me ha resultado muy halagador, estimada poeta. Me alegro mucho que te haya gustado.

No quiero despedir mi respuesta sin pedirte disculpas por haber tardado tanto en contestarte, Jara.

Un abrazo.

 

no me gusta legar definiciones
ni las hago presentes cuando leo
¿dónde estaría yo? Y por lo que veo
me perdí éste soneto de emociones.

Lo dicho Juan, excelente tu soneto, lo acabo de leer por casualidad ya que veo que es de fecha algo atrasada.
Me encanta entre otras cosas por qué sabes de mi pensamiento autocrítico y de mis conversaciones conmigo mismo, las formas que das a tu pensamiento interior, de introspección en el soneto, están expresadas de un modo sencillo pero culto, entendible y franco a los ojos del lector.
Felicidades con retraso
Un abrazo

 

“El eco del vacío es lo más duro” este verso se clavó en mi mente e imagine la escena y me dio tristeza. Veo que es un poema de hace tiempo y hasta el maestro de la Barra estaba entre nosotros. Bello y profundo poema. Ssludos cordiales.

 

Gracias de verdad, Manolo. Lo que hay en ese adentro es a veces un abismo insondable del que sale uno un poco cardiaco.

Un abrazo.

 

Lo de saber quién somos en realidad es una tarea ardua que no sé si llega uno a desentrañar a lo largo del recorrido vital. Decían los griegos "conócete a ti mismo", sí, pero cuán difícil es llegar a conocerse a fondo ¿no?

Gracias por pasar y dejar este grato comentario, Ángel.

Un abrazo.