Mi lirio de los valles

Dedicado a mi pequeña Lena
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MI LIRIO DE LOS VALLES

Aletean corales margaritas
en la tiara trenzada de tu almena,
mientras el lirio de tu boca estrena
en mi pecho canciones nunca escritas.

Giras entre amapolas y levitas
entre las pecas de la luz morena;
¡cómo has crecido mi pequeña Lena!,
...mi niña de pupilas infinitas.

Recuerda que en tu vida tú decides
tanto los verbos como sus acentos.
Y cuando yo me vaya, me despides

rescatando del eco de mis vientos
un ramo de celestes nomeolvides
y un puñado de añiles pensamientos.


Kalkbadan
En Madrid, 29 de mayo de 2016

 

Que preciosidad Andreas, se lo has recitado ya?

Esas son las mejores canciones, las que suenan cuando apoyan la cabeza sobre tu pecho o directamente se echan encima de uno. Cecilia dice que nunca dejará de echarse encima de mi, y yo tengo miedo q no sea asi.

Que buen consejo le das.

"Tú decides tanto los verbos como sus acentos"

Ella y solo ella es dueña de sus pensamientos. Nadie más.

No te olvidará nunca, puedes estar seguro, como tú no te olvidarás nunca de él, nunca.

Un besito para Lena y otro para ti.

 

Ohhhhh, qué precioso comentario me regalas querida amiga... Gracias. Sabes muy bien de lo que hablo, joven madre.
Libres, tienen que ser libres, o al menos intentarlo. Cómo queremos a estos pequeños duendes, ¿verdad?; porque siempre serán nuestros pequeños hijitos, por mucho que crezcan y vuelen del nido. Abrazos Elenita, y gracias por tu ternura.

No te olvidará nunca, puedes estar seguro, como tú no te olvidarás nunca de él, nunca.

 

¡Vaya hermosura de soneto, Andreas!, cómo se nota que está hecho con y desde el corazón de un poeta enorme como eres tú. No hay mejor botón de muestra para esta afirmación que hago que leer, releer y volver a leer este poema.

Una dedicatoria como para ser guardada, amigo.

Vaya mi sincera felicitación con un afectuoso saludo.

 

¡Hola, Juan! Me alegra muchísimo que te gustara este poema.
Le debía a mi hijita unos versos. Verla danzar feliz entre los colores de la primavera, en esta tarde de pavesas de luz morena, despreocupada de todo, absorta, como lo es ella, con su dorso de golondrina y su envés de gato, me permitió escribirle estas líneas.
Gracias, compañero, por tu huella.
Un abrazo, y sigue bien, amigo.

 

Gracias querida Isabel, lo mismo te deseo.
Siempre es un gusto tu cálido paso.
Un abrazo, y sigue bien, compañera.

 

Preciosos versos para tu niña de pupilas infinitas. y como bien dice Elenita, el "consejo" está genial.

Un verdadero placer de lectura, Andreas. Un gran abrazo amigo.

 

El placer es mío, querido amigo, ya lo sabes.
Un abrazo Luis, y buena semana.

 

El día que consiga hacer un poema, así,a mis dos luceros
tal vez pueda llamarme, además de madre,poeta.
Excelente, compañero,me voy con el alma de punta.
Un abrazo, amigo,uno grande.

 

Querida Rosario, sabemos perfectamente que estos duendes nos tienen raptada hasta la esquina más recóndita de nuestra alma. Eso es así.
Qué bello el Lirio del Valle, como perlas, redondas como lágrimas, blancas, elegantes, melancólicas, como la vida misma.
Un beso para ti, y abraza lo que queda de primavera, compañera.

 

Este soneto, estimado Kalkbadan, es una obra maestra,
contiene la dulzura y amor que sólo un padre puede acumular,
y su expresión elegante no tiene fisuras,
la perfección (a tus ojos), se encuentra en cada verso,
y el mensaje de libertad encierra también un velado llamado a la responsabilidad;
un saludo cordial poeta,
Eduardo

 

Precioso soneto Andreas. "Un ramo de celestes nomeolvides", qué maravilla amigo. Qué derroche de lirismo, poeta.
Te mando un afectuoso abrazo, junto con mi sincera y enfebrecida admiración.
Felicidades, poeta.

 

vaya soneto, que hermosura de palabras, y que belleza en su interior, gracias por poder leer tus letras tan sublimes, marga

 

Estimado, Eduardo, quedo muy agradecido por su lectura, y satisfecho porque estos versos fueran de su gusto.
Los hijos son una fuente poderosa de inspiración, sin duda. ¡Ojalá tengan suerte en la vida!
Igualmente le mando un saludo. Siga bien, caballero.

 

¡Querido Luis! Recuerdo a mi abuela cómo se sonreía cuando se encontraba en los jardines unos ramilletes de Myosotis, y murmuraba "nomeolvides". Preciosa palabra para una flor.
Un gusto y un lujo tu lectura, poeta.

 

¡Marga! Muchas gracias por tu lectura. Me alegro de que te gustara.
Un saludo, y sigue bien.