No me callo bien la boca

No me digas la razón

el porqué, la verborrea

que me oprime el corazón

si reprimo mis ideas


Es un vicio que me pierde

y en conflictos desemboca

yo lo siento, me entretiene

no me callo bien la boca


Hace falta más pasión

no ahogar las opiniones

no eludir la discusión

son palabras no cañones


Pero en vil palabrería

no quiero perder el tiempo

no tomemos medicinas

que embotan el pensamiento


Solo queda discernir

del verbo sus intenciones

de sofistas prevenir

oscuras motivaciones


Si tu quieres yo comienzo

a exponer mi parlamento

lo improviso, lo confieso

cuando sale desde dentro


No ignores mi controversia

¿tienes miedo de mi labia?

suelta ya tu conferencia

a mi rima tu contraria


Ya te espero preparada

ya cargué la bayoneta

con discurso de batalla


Ya te estoy metiendo caña

no te enfades si te duele

de mi lengua su metralla

​

 

Extraordinario un poema que ya se a quien le cae como anillo al dedo. Te felicito por tu ctratubudad y belleza en tu trabajo. Un placer pasar y disfrutar de tu poesia. Un abrazo afectuoso desde mi patria larga y sufrida. Saludos poeta.

 

Gracias compañero.

Un saludo afectuoso.

 

El debate y la discusión respetuosa son absolutamente necesarios y enriquecedores, siempre y cuando se hagan entre personas mínimamente inteligentes y racionales. No me gustan demasiado los poemas rimados, pero el fondo de tu poema me resultó interesante (aunque estaría mejor ubicado en "generales" que en "sociopolíticos". Un cordial saludo, poeta.

 

Buenos días compañera,
sabio mensaje,
aqui una más,
guerrera entre trincheras.

Quien se atreva a debatirte,
que destile bien sus cartas,
porque es indiscutible,
que razones no te faltan.

Aún así habrá verdugos,
que se instalen en campaña,
escudados por falsas verdades,
que empuñarán como espadas.

Ahora una cosa si te digo,
no te lo tomes a malas,
no todos los vocablos valen,
hay libertades que no se asaltan.

Nos ampara la conciencia,
No hay límites para la ignorancia,
Y a veces el camino más correcto,
Cuándo van a hacer daño,
Es tragarnos nuestras propias palabras.