LA TARDE Y TÚ

Era verano, era invierno

las horas se esfumaban,

absorta en tu mirada,

suspendida en el tiempo

te sentía tan cerca de mi

pero a la vez tan lejos.


El reloj marchaba lento

y mis ansias crecían

deseaba estar a tu lado,

la impaciencia me consumía

temores asaltaban mis sueños,

mi corazón desbordaba en agonía.


Pensé tantas cosas,

entre los fantasmas de mi tristeza.

pero en holocausto despiadado

puse nombres a tu ausencia.

invente preguntas sin respuesta

por lo tanto que te había esperado.


Momentos inexplicables del corazón,

retazos de fe, ausencia de ilusión,

juegos taciturnos de mi imaginación.

Eres mi esperanza, el amor soñado

y en el clímax de mi dolor

llegaste sin haberlo planeado

como el amor que tanto he esperado.


Y sin saberlo siquiera,

esa tarde fresca y nebulosa

te sentí cerca, te sentí conmigo

me perdí en la dulzura de tu mirada

embebida en la miel de tus labios.


Te robaste mis horas,

te quedaste con mi tiempo,

hiciste tuyos mis pensamientos

y me enseñaste como debo amarte.


La tarde y tu

llenaron todo mi ser

me devolvieron la fe y la esperanza.

mi alma suspiro satisfecha,

era verano, quizás invierno

no importa, estás conmigo

hilvanando caricias sin tiempo

entre la tarde y tu.

Por angy

 

Felicidades Roberto hermosos versos llenos de ternura, un placer pasar por sus letras, saludos.

 

Muy bello y romántico, muchas veces la espera merece la pena. Abrazote vuela amigo Roberto. Paco.