Mi amigo Elías

En la luz infernal de una pantalla que irradian eones de verdad
Mi amigo Elías se decanta entre el suicidio y una cara deforme
Que mira sonriente y apuntando con una mano el claro oscuro de la aurora
¡Los demonios se han ido! —dice—: saltando de alegría,
¡Es la siguiente mañana y no hay dinero para comprar el pan!
¡Este dolor en el epigastrio no es el hambre, es el dolor sin diagnóstico!
¿Acaso cabe el diagnóstico para los elegidos en este mundo?

Anda en el tumulto de cables de una urbe y las drogas en cada esquina,
Ayer, en un viaje con Ayahuasca; bebimos alcohol con el dios y el diablo,
Se nos pegaron y ahora no nos dejan, como demonios noctívagos,
Pinchándonos las costillas y enroscándose como serpientes por las noches,
¡Taladrándonos con sus probóscides el inconsciente, como los gusanos que son!
¡Pero nos temen, temen que borremos su mayor miedo!
….temen que trascendamos sin ellos, pero no se lo digan a nadie.

Malabarea con su alma en un saltimbanqui de Shinigamis,
Pulverizando sus sesos sobre libros de ocultismo y viendo escarabajos mecánicos,
Filosofando nuevos apegos y escupiéndolos llegado el aburrimiento ipso facto,
Las teorías son solo pretextos —dice—, y yo sigo aquí, oliéndome las axilas,
¡No hay verdad!, solo egoísmo,
¡No hay luz!, solo egoísmo,
¡No hay caminos!, solo egoísmo y como máximo: un precipicio.

Pero él es optimista, piensa en la destrucción del ser, y lo que será después del ser
Piensa en la trascendencia del alma, pero sueña en ser millonario —solo sueña—,
Para comprarse un cuerpo de metal y una consciencia de dios,
Para comprarse una vida y seguir pensando, no sé qué,
Sueña en la trascendencia del ser como una energía viva, pero solo en su trascendencia,
¡Y el dios es un átomo en este cosmos de la locura!
¡La Fluoxetina y el Lorazepam son drogas de mierda!
¿Para curar qué?, ¡la vida!...

 

Magnífico, poeta. ¡qué bueno descubrir tu excelente poesía!. Saludos cordiales.

 

Intenso el reflejo de sombras alargadas que impregnan más allá de las palabras. Excelente poema.

Saludos,

Palmira

 

Saludos, gracias por leer.