No es nada fácil.

¿Unos versos de amor?
No sé si alguien sabría.
Sólo son palabras,
¡vive Dios!
Pero ¿cómo ponerlas?
¿En una línea, en un plano,
con el teclado, a mano?
Mejor en algún poliedro,
y aún así no va a ser fácil.
¿Cuáles pondría en los vértices,
en las aristas, las caras?
¿Cuáles dentro, cuáles fuera
como nubecillas blancas?
¿A cuáles pongo perfume?
¿Cuáles han de ser calientes,
templadas, frías, duras, tiernas?
¿Cuáles formarán verdades
o mentiras verdaderas?
¿Y cuáles serán azules,
verdes, rojas, amarillas,
o del color de tus ojos,
que son tan negros, chiquilla?
¿Cuaĺes han de estar desnudas
y cuáles muy bien vestidas?
¿Cuáles cubiertas de harapos?
¡No todas van a ser ricas!
La cosa no es tan sencilla.
¿Cuáles sombrías o mudas
silenciosas o cantoras?
¿Cuáles te traerán la lluvia,
la luz, la melancolía, y a
aquellas que sean más largas
cuántas patitas pondría?
Las tristes y las alegres,
¿las pongo juntas o no?
No es tan fácil, vida mía.

 

Muy bueno, compañero. Saludos!

 

Genial poema, muy bueno.
No, no es tan sencilla la cosa.
Pero este es un ejemplo de hacer fácil lo difícil.

Que bonito ese ultimo verso.

Saludos.

 

Me gustó, original y muy bien escrito. Un abrazo amigo Manuelo. Paco.

 

Muchas gracias Paco. Un abrazo.