Dias iguales persiguiéndome- heptasílabos blancos con estribillo alejandrino

"Andan días iguales persiguiéndose."
(Pablo Neruda, verso del poema 18)
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Días iguales persiguiéndome

Ayer, mañana y tarde,
pasó igual que anteayer
y el anterior, y el otro;
lo mismo sucedió
la semana pasada,
y todo este verano;
andan días iguales persiguiéndose siempre.​

Reincido reiterando
rutinas rutinarias,
un día igual que otro
y otro y otro y otro;
a veces me pregunto
si estoy dentro del bucle
del cuento de la vieja
majadera sin fin;
ciertamente me siento
como esa rata blanca
que en su estrechez de jaula
se pone a dar mil vueltas
en esa odiosa rueda
que gira y gira y gira…
son los días iguales que hostigan persiguiéndome,
y si me paro pienso
si de verdad la vida
no es la noria del asno
en la que nos mareamos
dando vueltas y vueltas
o, algo más filosófico,
si no tendría Nietzche
un poco de razón
con el retorno eterno,
y es porque últimamente
todo se me repite,
andan días iguales persiguiéndose siempre.
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Toda una verdad encierra tu historia, magistralmente expuesta en tu mágica pluma, ¿Cuantas veces he sentido lo mismo?
Te felicito hermano

 

Muy interesantes son las reflexiones de tu poema, ocurre a veces ese tiempo monótono y sin color. Por aquí un fin de semana para quitar del almanaque por inexistente: lluvia, viento y frío, una calamidad... Ya ves, por rutina o por mal tiempo hay días insoportables. Muy bueno el poema.

 

jovalines Juan, pues cambialos, vete a un baile por ejemplo,marga

 

Creo que llevas razón. Y como la llevas te la doy. Suscribo lo que dices.
Abrazos.

 

La rutina, protagonista de tus heptasílabos, estimado JMacgar,
nos hace ver este permanente comenzar de nuestros amaneceres,
para repetirse sin diferenciación a lo largo de nuestra vida;
bien logrado ese sentimiento de desazón e inutilidad del afán de vivir;
un saludo cordial,
Eduardo