Tormenta de pasiones

Tú sabes mirarme

no tengo que fingir que soy otro,

tú sabes oírme

y no tengo razón para mentirte,

tú sabes tocarme

y no tengo porque blindar mi piel

para sentirte.


Tú tienes la primavera en la espalda

en lugar de un testarudo invierno,

tienes en tu boca

la humedad que necesita

mi boca,

el brillo que precisa mi hebilla

y la juventud que dejo atrás mi corbata

tú la tienes.


Como agua en tu curso pedregoso

me deslizo

y sostienes mi caudal

sin secarte jamás

y desbordándome siempre,

me conduces a ese mar

que inventamos juntos

al que cada mañana juramos regresar.


A veces llueve

y la memoria de tus aguas

se oscurece,

las mías subsidiarias de tu afluente

insisten en detenerte,

la porfía de tus gotas marinas

te hacen mirar de frente

creyendo que estás sola

tormenta de pasiones.


La lluvia necesita al polvo

para caer

no blanquea la nieve si no hace frio

hasta el viento necesita al calor

para azolar a los bosques,

porque no te detienes y entiendes

que yo necesito de ti

para existir

del mismo modo que necesitas

tu de mi.
​

 

Gracias Maestro por tus nobles palabras, me dejas complacido y motivado.

Saludos cordiales
Claudio