Tu simpatía.

Tu simpatía me iguala,
tu sinceridad me destila,
y soy una bebida, un perfume...
Agua de colonia. Soy vida.


Luego, me sorbes. Olvidas nuestro encuentro. La noche pasada...


Rechazo. Portazo en las narices.
No pudo haber sido así, piensas...
¡ No, por favor ! Luchando en el barro...
¡ No me bañé en el lodo ! ¡ No fuimos Adán y Eva.


No fuimos hechos de barro rojo. No hay costilla arrancada, en mitad de mi sueño.


Te elevas, por fin.
Evolucionas.
Te observo: Inventas artefactos y adminículos.
Pueblas, te extiendes, mandas, gobiernas, haces y deshaces, humano...


¿ Divino ? ¿ Ése es tu destino ? Prefieres el cáliz de vino.


Lo que yo te ofrecía era la veteranía.
La madre Tierra...
Que por dentro, es caliente, y por fuera, fría.
Pero olvidaste mi abrazo. Te fuiste a la ciudad. Te aislaste, en un edificio.


Qué difícil es ser inexpugnable. Cuán difícil es imitar al Amor, como su discípulo.

 

Bueno, no sé si tengo más. Gracias por recibirme. Imagino que la puesta en común, nos enriquece. Me quedo sin palabras y no sé qué decir, ante determinados poemas. Me gustan, pero no me hacen vibrar, o bien, no me tocan esa fibra sensible. Espero encontrar algo que me haga sonreír. De todos modos, el nivel es muy alto, y tampoco estoy como para exigir y educar. Soy un recién llegado, que apenas se sostiene. Pero hemos de gozar el camino. La crítica me volverá... Soy yo, el que ofrece poca substancia. Ya que el que lo dice, lo es. Como saben todos los niños pequeños del mundo. Es difícil salir de pobres, y llegar a ser hombres de provecho, el día de mañana. ¿ Quién puede ser perfecto ? Don Luis de Góngora y Argote, imagino. Un soñador que volaba muy alto, con su pensamiento. También, Rubén Darío. El caso es que la afinidad con el autor, te hace evocar en tu mente, situaciones ya vividas. Y si no, pues ocurre como con la música: Que ese grupo en concreto, no te mueve. No te estimula. Hay que buscar más profundamente, en la discografía. No obstante, la meta es la búsqueda. Quiero decir que bastante hacemos, con allanar el camino. Eso pide el Evangelio. No es tanto, brillar y ser sobresalientes, y destacados. Sino antes bien, cooperar, por un mundo poético.

 

O Divino Maestro, concédeme que no busque ser
consolado sino consolar; ser entendido sino entender; ser amado sino amar. Porque es en el dar que recibimos, es en perdonar que somos perdonados y es muriendo que nacemos a la vida eterna, Amén.

Jiji no es regañar, pero me acordé del hermano Francisco mientras te leía.
Saliudos y Bienvetnido
Vi que has entrado con ganas de comentar, lo celebro.
Saludos y feliz noche
V

 

Un placer leerte y disfrutar
de tu trabajo poetico
un abrazo afectuoso saludos poeta.

 

este poema tiene fuerzo y está plagado de ideas individuales que se complementan muy bien.. un gusto conocer tus letras

 

Tu poema, muy original y ameno, Nommo. La lectura se hace ágil y atractiva. Me ha encantado mirar por tu ventana.

 

Excelentes versos Nommo, antes que nada, bienvenido al portal, será un gusto compartir letras contigo; el amor nos pone en sendas equivocadas algunas veces, sin embargo de cada experiencia se aprende, llegará quién valore lo que ofreces, un enorme placer leerte, besos.

 

Bueno, yo me dedico a disfrutar, a mi manera. Sé que sobre gustos, no hay nada escrito. Porque el ancho Mar nos envuelve a todos. Al fin y al cabo, tenemos Derecho a existir. Pero a veces, la renuncia es necesaria. Porque la mucha información, nos aturde. Y el conocimiento es muy erótico. Conocer, en sentido bíblico, es hacer el amor. Si yo expongo mis asertos y afirmaciones, estoy procediendo a calentar el ambiente. Es decir que promuevo, con mi cultura, la sexualidad. Como eso no es lícito, dado que la inocencia es un bien muy preciado, debo respetar la ignorancia. Para que cada uno sepa lo que merece saber. Ajustándose a los términos de su contrato, y siendo fiel a su propósito, en esta vida. Develar enigmas, sin previo aviso, puede ser una temeridad. Es como invitarlos a todos, a que prueben la fruta prohibida. Motivo para una evolución, pero asimismo, ¿ Qué necesidad tiene el lector, de ser mejor persona, el día de mañana ? Habría un juez, entonces, en el Abismo. Un juez que nos pediría, ante todo, humildad. Y ese juez también forma parte del Mar, que nos envuelve a todos.