Los campos, y tú.

Los campos, y tú.
Al final del túnel.
A la salida del laberinto.
Como una respuesta.


Son fincas de labranza y huertas para el agricultor.


Te pones, como el Sol, en el ocaso.
Te levantas al amanecer; sonríes.
Brillas en el cielo azul; prometes...
Regalos navideños y homenajes, a los jóvenes.


Los pájaros, por ti, cantan y pían.





Tu mente es un teléfono, para el espíritu.
Los mares te tapan, pues son sábanas y mantas frías y libidinosas...
Las montañas de piedras preciosas.
Montañas de plata, bronce y oro. Montañas nunca vistas, antes.


Para que no te espantes. Para que no claudiques. Amor ¡ Tan tenso !


Para que camines, hombre de carne y hueso.
Los campos te comen a besos.
El cielo te da un abrazo. Amor, ¡ Relájate !
Tu senda, golpe a golpe, verso a verso y a porrazos. A palos.


Machete en mano, abriéndote camino por la selva.

 

Surrealismo amoroso que transmite un amor real, tangible, bastante lírico, bello. Saludos cordiales.

 

Las huellas que nos dejas están plenas de fuerza, vida y buen gusto que abunda en tu tierra que adoro.

Gracias por compartir tu poesía

 

Gracias, amigos. Hemos de tener empatía, con la Madre Naturaleza. Yo me dedico a eso, de un tiempo a esta parte. La adecuación del ser humano, al planeta en el que vive. Reconocer en cada paisaje, sus sentimientos, y sus emociones, que le son propias. Lo importante es el otro, y casi siempre, ese otro aparece ante nosotros, como un prójimo o amigo. Pero si fuera una montaña, o un jardín, ¿ No sería muy extravagante ? Un Palacio... ¿ Un Palacio puede estar vivo ? La madre Tierra tiene una resonancia Schumann. Son ciclos por segundo, en su frecuencia de vibración. Son sus latidos, que se han venido incrementando durante las últimas décadas. De 7.8 hertzios o ciclos por segundo, a 13. Y los seres vivos que poblamos el mundo, hemos de vibrar en sintonía, con Gaia, que es la Madre Tierra. Hemos de acelerarnos, en vibración.

 

Un placer leerte y disfrutar
de tus hermosos versos con aroma a campo e imágenes
románticas un abrazo afectuoso
Saludos poeta.

 

Gracias, señor Delgado. Somos Amor, pero estamos tensos, porque hay mucha presión, en cada mundo. Yo me relajo. ¿ Cómo lo consigo ? En primer lugar, procuro respirar por el abdomen. Inflándolo y reduciéndolo. Porque de esa manera, mis pensamientos cesan. Frenan. La respiración manda sobre la mente. Así, podemos controlar el nerviosismo de todo el cuerpo.

 

Me gusta ese ingenioso contraste en el poema, la vida es un contraste, a versos y a porrazos, en playas y en selvas..
Un placer de lectura compañero.

 

Eso es, precisamente, el equilibrio. Dulce y salado. Amargo y ácido. Lo cortés no quita lo valiente. Y estamos expuestos a muchas críticas. Pero ¿ Sabe cómo saldremos victoriosos ? Gobernándonos, a nosotros mismos. Más que a los demás. Y a medida que uno se pone más ordenado, disfruta de una estatura. Porque el sentido común tiene Dolor ( anchura ), Favor ( longitud ) y Orden ( estatura ). Y puedes tener tus campos, entonces, rindiendo al ciento por ciento. Dándote cuantiosos beneficios. Porque tus tierras te ven crecer, y se sorprenden.

 

¡MARAVILLOSO! Mommo, me gusta esta divina inspiración, nos muestras los regalos de la madre naturaleza en tus versos, somos tan ciegos de los ojos y los sentimientos que no los apreciamos a simple vista, relajaditos si.
Un placer leerte, gracias por compartirte.

 

Me encantaría cooperar con la ecología. Por eso, al menos, un poema como honesta contribución. Gracias por tus vítores y tu celebración, amiga. Economía, ecología y psicología; así es el triángulo. El primer polígono de todos. El último es el círculo. Rodar, rodar y rodar películas de cine.

 

Muy bello poema !!

 

Bonita poesía que intenta dar fuerzas a ese gladiador que nunca desiste. Es entrega y poesía en el oscuro laberinto de la vida. Saludos cordiales de Saturno.

 

A vueltas con el surrealismo en esos campos que adoramos, creamos y nos cargamos, fuerza en tu escritura y certeza en el mensaje. Un abrazo amigo Nommo. Paco.

 

Gracias a todos, por vuestro apoyo. Me gusta mucho escribir algo que sea legible; comprensible; y además, audaz.