Ellas

Permítenos enredarnos en el paraguas

y ofrecerte protección

servirte desayuno en las mañanas

juntarnos en una oración

expandir por tu cuerpo las sábanas

alzar tu vaso de alcohol.


Sabemos del placer sin compañía

confía en nosotras en la sequía

sabemos medir el agua, caliente, fría

sostenerte en la prolongada caída

tomar las entradas en la taquilla,

¿no puedes más?, ofrecemos lejía

sabemos movernos en picardía

transmitir, sin escribir, tu poesía.


Proyectiles de carne y hueso

protegiéndote la cara

ya tan deteriorada

haremos el mejor esfuerzo.


Asustando los zancudos del aire

con brutalidad y cierto donaire

estrujamos del cuello a tu pareja

por haber desobedecido las reglas.


Nos debes un baño de vez en cuando

no dejar derretir el helado

acercarte un buen habano

al mentir, expresarte exagerando

crímenes y autodestrucción

tu fiel heraldo.

 

¿ Crímenes y auto-destrucción ? Eso arruina todo el poema. Je, je, je. Un final feliz.

 

¿Qué te digo? No pude resistirme a la idea.