Vistiendo de

Te ofrezco la conquista del universo

sopa caliente, un mordaz verso

el placer de divagar hablando en serio

prepararte al futuro con esmero

caminatas sin sentido, perder el control

experimentar el calor del sol y el amor

fracasar en la cacería de utopías

reconstruirte en las aguas tibias

acepta mil veces mi desvergüenza

acepta mi morbo y mi belleza.


Témele a las penas que te rigen

teme a ser muy precoz o muy virgen

patea las flores que te afligen

no seas egocéntrico y recíbeme

soy más que tu vida, soy tú.


Me pregunto qué sacarás del armario

la corbata de soga de yute

el frecuente disfraz de enajenado

el novato sobándose el cogote

la máscara del villano malvado

el policía corrupto con bigote

los calcetines de mártir ahogado

el instinto del zopilote

los pantalones del no gobernado.


Ve con estilo a pedir un café

con el abrigo puesto a desdén

te ofrezco devorar el azul

soy más que tu vida, soy tú.

 

Muchacho, eso es mucho pedir. Es mejor ser el otro. Porque el otro es más importante que tú.

 

Me encanta negarlo.